Pocas bandas en la historia pueden presumir de un catálogo tan grandioso como Queen. Con Freddie Mercury al frente, Brian May en la guitarra, Roger Taylor en la batería y John Deacon en el bajo, el cuarteto británico no solo conquistó los escenarios del mundo, sino que también sacudió al género con composiciones orquestales y experimentales. Entre sus canciones más queridas y exitosas se encuentra «Bohemian Rhapsody»: un tema revolucionario, teatral y operístico, entre los mejores que dio el rock.

Lanzada en 1975 como parte de A Night at the Opera, «Bohemian Rhapsody» sorprendió por su estructura poco convencional: seis secciones que combinan piano, balada, solo de guitarra, ópera, rock y epílogo, sin un estribillo tradicional. La canción se convirtió rápidamente en un éxito masivo, alcanzando el número uno en las listas británicas durante nueve semanas y siendo reeditada en 1991 tras la muerte de Mercury.

A continuación, cinco datos que muestran la magnitud y los secretos de esta icónica canción.

1. Tiene uno de los mejores solos de guitarra de la historia

El solo de May fue considerado el vigésimo mejor de todos los tiempos en Reino Unido y posteriormente el mejor solo de guitarra de la historia según los lectores de Total Guitar, superando a íconos como David Gilmour, Jimmy Page y Eddie Van Halen. May utilizó su famosa guitarra Red Special, construida por él mismo con materiales reciclados y madera de una chimenea de su casa, lo que le permitió lograr un tono único, reconocible al instante. El solo combina técnicas de arpegios rápidos, bends expresivos y armonías dobles que refuerzan la tensión dramática entre la sección operística y la parte de rock.

2. Tiene seis secciones, ninguna repetida

Como se mencionó anteriormente, «Bohemian Rhapsody» se compone de seis partes: introducción a capella, balada, solo de guitarra, ópera, rock y coda o epílogo. Cada sección tiene un tempo, tonalidad y estilo distintos, algo poco común en la música popular de la época, sobre todo el rock. La parte operística, por ejemplo, presenta más de 180 sobregrabaciones vocales de Mercury, May y Taylor, creando un coro que suena masivo y coral sin necesidad de un ensamble adicional. Esta estructura disruptiva fue inspirada por la música clásica y la ópera, y se considera un ejemplo temprano de rock progresivo.

3. El título de la canción iba a ser otro

En los primeros borradores de la canción, según se conoció gracias a la subasta Freddie Mercury: A World of His Own, Mercury la tituló «Mongolian Rhapsody», nombre que luego tachó para escribir «Bohemian». Esto refleja su intención de aludir a la vida bohemia de los artistas y la libertad creativa. Entre el comienzo de la canción también incluyó frases como «Mama/ There’s a war began/ I’ve got to leave tonight» (“Mamá, ha comenzado una guerra, tengo que irme esta noche”), que luego sería cambiada por “Mamá, acabo de matar a un hombre”.

QueenQueen – Foto: Paul Rider © Queen Productions Ltd

4. Una grabación monumental

La producción de «Bohemian Rhapsody” fue una de las más complejas de su época. La banda trabajó en cinco estudios diferentes durante tres semanas seguidas, incluyendo Rockfield, Roundhouse, SARM, Scorpion y Wessex, y grabó la parte operística mediante técnicas de sobregrabación múltiples, debido a que las cintas analógicas de 24 pistas de la época eran insuficientes para registrar todos los coros a la vez. Mercury se encargó de dirigir cada toma personalmente, mientras May y Taylor pasaban 10 a 12 horas diarias en el estudio, un hecho sin precedentes en la industria hasta ese entonces.

5. De qué se trata

La letra de Mercury nunca fue explicada oficialmente. Algunas versiones apuntan a que se trata de un joven que confiesa un asesinato y decide enfrentar su destino, con referencias a Dios, a los ángeles y el diablo. Otros consideran que se trata de una composición metafórica, sin un significado literal, diseñada para acompañar la música dramática y operística.

May apoyó los rumores de que la canción hace referencia a los traumas personales de Mercury: «Freddie era una persona muy compleja: frívolo y gracioso por fuera, pero ocultaba inseguridades y problemas para reconciliar su vida con su infancia. Nunca explicó la letra, pero creo que puso mucho de sí mismo en esa canción”. En un documental de BBC Three, Taylor sostuvo que el verdadero significado de la canción es «bastante autoexplicativo, con solo un poco de disparate en el medio».