No somos nadie trasladó su escenario este miércoles a las puertas del Palacio Real, desde el que María Patiño, Kiko Matamoros y David Insua analizaron el impacto causado por Reconciliación, las memorias del rey emérito.
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La lluvia deslució el arranque del programa. La de ayer fue una tarde totalmente otoñal en Madrid con agua, muchas nubes y poca luz, así que Patiño y sus compañeros tuvieron que abrir los paraguas para protegerse de la llovizna que caía en ese momento sobre la capital de España.
A diferencia de otros programas de televisión que levantan enormes platós cuando se emiten desde las calles, No somos nadie hizo otra muestra de humildad con su pequeño despliegue: solo tres sillas y un par de cámaras (una de ellas era un teléfono móvil) para retransmitir en directo desde esa perfecta ubicación en la que, además, estuvieron acompañados por unos cuantos turistas y curiosos.
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Veinte minutos después de comenzar esta tertulia a pie de calle, Patiño, Matamoros e Insua pusieron rumbo al plató de No somos nadie. Se montaron en dos coches y desde allí, protegidos de las inclemencias del tiempo, continuaron el debate sobre las memorias del rey Juan Carlos I. Arnau Martínez y Marta Riesco tomaron el testigo desde el estudio.