En la historia del Atlético de Madrid, el 2017 supuso un punto de inflexión: fue el año en que club y aficionados abandonaron el Vicente Calderón para instalarse en su nuevo hogar, el actual Estadio Metropolitano. Sin embargo, el Metropolitano todavía no está completamente terminado: a lo largo de los años ha pasado por múltiples etapas de reconstrucción, y su historia se remonta a un proyecto original mucho más modesto y específico. Así lo contó Antonio Cruz, arquitecto a la cabeza de todo el proceso de transformación, en el podcast Arquitectura en diálogo.
La Peineta, protón del actual Estadio Metropolitano
El actual Metropolitano encuentra sus orígenes en La Peineta, un original estadio que concentraba la zona de gradas en una única tribuna (con capacidad para 20.000 espectadores), situada en el lado oeste de la arena, creando una imagen espacial que justificaba su nombre. «Era especial también por ser muy sintético; la estructura, la forma, la función, todo concluye en un único elemento y un solo material«, comenta Antonio Cruz, cofundador de Cruz y Ortiz Arquitectos. La Peineta destacaba no solo por su funcionalidad sino también por su singularidad estética: «un proyecto muy intenso», en palabras de Cruz, que se servía del hormigón como base, un material muy valorado por su sinceridad estructural y su sobriedad.
Con el tiempo, el proyecto se transformó en un estadio de fútbol, adaptado para albergar a la afición del Atlético de Madrid. Cruz explica que, respetando la obra original, concibió el Metropolitano de forma que la antigua Peineta siguiera siendo reconocible, manteniendo ciertos elementos estructurales y la esencia de su diseño inicial. «Es un proyecto por partida doble», señala el arquitecto: por un lado, La Peineta, con su estructura original, y por otro, el Metropolitano, concebido como una obra independiente que comparte localización y cimientos, pero que se desarrolla desde otra perspectiva y responde a necesidades completamente distintas.
Noticia relacionada
Josep Ribas, arquitecto del Bernabéu: «Debe funcionar 365 días para ser rentable»
Al Atlético no le convence el revestimiento original del estadio
El proyecto, desde sus inicios con todas sus modificaciones, acompañó al arquitecto durante aproximadamente 40 años. Es por eso que, ante la petición del club de reemplazar el hormigón original, el arquitecto expresa cierta decepción: «El Atlético nos ha pedido que modifiquemos la envoltura, le pongamos otra imagen: a ellos, puedo no entenderlo, el hormigón no les parece un material noble. Te piden esto y si no lo haces tú, lo hará otro». Y remata: «Para que lo haga otro, mejor lo haces tú». Así, la obra sigue en evolución, con intervenciones destinadas a adaptar la estética del estadio a los criterios del club, sin perder de vista la esencia de su diseño original.
Noticia relacionada
Ignacio Morente, arquitecto: «El nuevo Camp Nou quedará obsoleto en pocos años»
La cuestión del sonido
Otro desafío que enfrenta el Metropolitano es la cuestión acústica. Aunque la polémica sobre la insonorización del Bernabéu acaparó titulares, el Metropolitano también ha mostrado problemas de sonido, especialmente cuando ha servido de escenario para grandes conciertos. Los espectadores han señalado que la calidad acústica no es buena: el sonido se pierde en algunas zonas del anillo superior, reduciendo la sensación de presión sonora que se espera en un estadio moderno de su envergadura. Para solucionarlo, el equipo de Cruz está interviniendo en las esquinas afectadas, con el afán de corregir la salida de sonido y mejorar la experiencia en directo, tanto para el público como para los intérpretes.