Mantener altas coberturas vacunales y una vigilancia activa sigue siendo esencial para lograr la eliminación total del sarampión y la poliomielitis. Así lo han recordado los expertos reunidos en la IX Jornada sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), celebrada en el Instituto de Salud Carlos III. El encuentro ha …
Mantener altas coberturas vacunales y una vigilancia activa sigue siendo esencial para lograr la eliminación total del sarampión y la poliomielitis. Así lo han recordado los expertos reunidos en la IX Jornada sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), celebrada en el Instituto de Salud Carlos III. El encuentro ha reunido a investigadores, profesionales de salud pública y representantes institucionales para analizar el estado de la poliomielitis y el sarampión, dos enfermedades prevenibles con vacuna que, pese a los notables avances logrados, siguen representando un reto para la salud global.
Retos pendientes en la erradicación de la poliomielitis
Los ponentes han coincidido en que la erradicación mundial de la poliomielitis sigue siendo un objetivo pendiente, a pesar de la reducción a nivel mundial de más del 99% de los casos desde 1988. Entre otras conclusiones, se ha puesto de relieve el papel crucial de la vigilancia ambiental de poliovirus en aguas residuales, un sistema que permite detectar posibles reintroducciones incluso en ausencia de casos clínicos. Este tipo de vigilancia, reforzada durante la pandemia de COVID-19, ha demostrado su utilidad para identificar la circulación puntual de cepas derivadas de la vacuna oral sin consecuencias clínicas, gracias a la alta cobertura vacunal.
También se ha subrayado la importancia de los sistemas de vigilancia clínica basados en la detección de enterovirus en casos de parálisis flácida aguda y otras patologías neurológicas, esenciales para mantener el estatus de «país libre de polio» y prevenir la circulación de poliovirus salvajes o derivados de la vacuna.
Otro de los temas destacados ha sido el síndrome post-polio (SPP), una secuela tardía que afecta a entre el 25 % y el 40 % de las personas que padecieron poliomielitis paralítica. Los expertos han recordado que en España podría haber unas 10.000 personas afectadas y que aún existen carencias en su reconocimiento y atención sanitaria. Durante el debate se ha señalado que el legado de la polio no es solo físico sino que también implica desigualdades, estigmatización y pérdida de oportunidades vitales. Los profesionales recordaron que la Ley de Memoria Democrática (Ley 20/2022) incluye una disposición específica que promueve estudios e iniciativas para reconocer a los afectados y garantizar medidas de apoyo a largo plazo.
Sarampión: el desafío de mantener la eliminación
La segunda mesa se ha centrado en la situación del sarampión, una enfermedad para la que España mantiene el certificado de eliminación otorgado por la OMS en el año 2016, pero que enfrenta riesgos de reemergencia ante los brotes recientes y las fluctuaciones en las coberturas vacunales.
Los especialistas han recordado que, aunque nuestro país presenta coberturas elevadas, es necesario mantener una vigilancia sensible y sostenida para detectar casos importados y evitar transmisión. También se ha destacado el papel de la vigilancia virológica, que permite identificar genotipos y cadenas de transmisión y ha sido clave para demostrar la ausencia de circulación endémica.
Se ha presentado además la experiencia del reciente brote de sarampión registrado en Bizkaia entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, con 52 casos confirmados, principalmente en adultos jóvenes y personal sanitario. Este episodio ha servido para recalcar la importancia de la detección precoz, la notificación rápida y la comunicación eficaz con la ciudadanía, elementos esenciales para contener los brotes y mantener la confianza en las vacunas.
Vigilancia, confianza y cooperación: los pilares de la eliminación
En las conclusiones, los expertos han coincidido en que la erradicación del sarampión y la poliomielitis solo será posible mediante una combinación de vigilancia epidemiológica constante y coordinada, cooperación internacional y confianza social en la vacunación. También han alertado de que los movimientos antivacunas, las brechas de cobertura y la falta de inversión sostenida en vigilancia pueden poner en riesgo décadas de progreso.
La SEE ha reiterado que la vacunación sigue siendo una de las herramientas más eficaces y coste-efectivas de la salud pública, y que los esfuerzos por mantener la eliminación deben integrarse en las estrategias globales de prevención y control de enfermedades infecciosas.
Durante la inauguración, la presidenta de la SEE, Maria João Forjaz, junto con José Luis Peñalvo, director del Centro Nacional de Epidemiología, Pedro Gullón, director general de Salud Pública y Equidad en Salud en el Ministerio de Sanidad, e Isabel Jado, subdirectora general de Servicios Aplicados, Formación e Investigación del Instituto de Salud Carlos III, han destacado la importancia de mantener la cooperación científica e institucional en materia de vacunación y vigilancia, elementos esenciales para avanzar hacia la erradicación.
Las mesas de debate han contado con la participación de la coordinadora del Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología, Ángela Domínguez; Rosa María Pintó, catedrática de Microbiología de la Universidad de Barcelona, María Cabrerizo y Aurora Fernández García, del Centro Nacional de Microbiología, José Tuells, profesor en el Master de Salud Pública en la Universidad de Alicante, Pere Godoy, doctor en la Universitat de Lleida, Noemí López Perea, investigadora en el Centro Nacional de Epidemiología, y Pello Latasa, vicepresidente de la Sociedad Española de Epidemiología.