El otoño es época de brotes de gripe aviar por la migración de las aves, pero este año la situación preocupa más porque los casos han empezado antes de lo habitual. Ya en verano empezaron a surgir los primeros, algo que no solía darse. … Y ante el repunte España toma medidas para evitar la propagación: el Ministerio de Agricultura prohibirá a partir del próximo lunes la cría de aves de corral al aire libre para evitar la propagación del virus en los territorios considerados de especial riesgo y vigilancia, como zonas de Andalucía, Castilla y León o Cataluña, entre otras. En el resto del territorio, el departamento de Luis Planas insta a las autoridades a reforzar la vigilancia pasiva y la bioseguridad en la medida de lo posible.
El aumento de casos notificados de gripe aviar en aves silvestres y también en domésticas se da durante los últimos meses tanto en nuestro país como en el resto de la Unión Europea. Hasta ahora, nuestro país llevaba más de dos años libre de la enfermedad, pues no se habían detectado aves domésticas infectadas. «Pero ahora llevamos ya 14 brotes en aves de corral desde mediados de julio. Es una situación complicada», explica Elisa Pérez Ramírez, veterinaria del Centro de Investigación en Sanidad Animal CISA-INIA (CSIC).
El Ministerio de Agricultura, en su última actualización de la situación de la gripe aviar, sostiene que el aumento de los casos notificados junto a la bajada de temperaturas de las próximas semanas hace necesario revisar el riesgo, así como reforzar las medidas de prevención. Desde el 1 de enero, asegura en su informe más reciente, se han notificado en nuestro país un total de 91 focos en aves: 72 en silvestres, 14 de corral y 5 cautivas, con un total de 13 comunidades autónomas afectadas.
Así, además de prohibir la cría de aves de corral al aire libre, el ministerio establece el veto a la cría de patos y gansos con otras especies de aves de corral o a dar agua a las aves procedente de depósitos a los que puedan acceder aves silvestres, entre otras. La medida sigue a otras similares adoptadas en otros países como Irlanda, Francia y Gran Bretaña en las últimas semana. Desde el 1 de julio y hasta el 5 de noviembre se han notificado en Europa 139 focos de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) en aves de corral, 708 en aves silvestres y 33 en aves cautivas.

Aves que no sean de corral
(incluye silvestres)
Focos semanales en España
Aves que no sean de corral
(incluye silvestres)
Alertas por brotes
registrados
Comarcas por niveles
de evaluación de riesgos
Focos de H5N1
de aves cautivas en Europa
Fuente: Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación / ABC

Focos semanales en España
Aves que no sean de corral
(incluye silvestres)
Aves que no sean de corral
(incluye silvestres)
Alertas por brotes registrados
Comarcas por niveles de evaluación de riesgos
Focos de H5N1 de aves cautivas en Europa
Fuente: Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación / ABC
«Estos últimos años, más o menos desde 2021, hay muchísima circulación prácticamente por todo el mundo, con todos los continentes afectados excepto Oceanía, incluso en la Antártida», expone Pérez Ramírez. Nunca había habido tanta circulación de gripe aviar y afectado a tantas especies como ahora, prosigue, con brotes en granjas de visones, vacas en Estados Unidos o incluso gatos. «En el mundo animal es la epidemia más grave de la historia por la extensión geográfica y la cantidad de especies. Estamos en una panzootia, una pandemia pero de animales», afirma.
La preocupación por el avance de la gripe aviar viene ya desde hace tiempo «y no tiene pinta de que vaya a menos», expone por su parte Úrsula Höfle, profesora contratada doctora en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) y especialista en enfermedades infecciosas en aves silvestres. De hecho, muchas granjas avícolas ya habían tomado estas medidas al ser conscientes del peligro.
Brotes en numerosas comunidades
Pero el riesgo para la salud humana continúa siendo muy bajo, aunque los expertos insisten en que hay que seguir reforzando el control y la prevención para no tentar a la suerte. «Afortunadamente, le está costando adaptarse a los humanos y no hay mucho salto, pero esto es como la lotería, si juegas muchos números y por muchas partes puede tocar, por eso es tan importante hacer una vigilancia estricta en el mundo animal», sostiene Pérez Ramírez. El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) del Ministerio de Sanidad mantiene en «muy bajo» el riesgo global para la población en parques urbanos y periurbanos, pero recomienda evitar el contacto con aves que puedan estar infectadas. También lo considera muy bajo para las personas que trabajan con aves siempre que tomen las precauciones y medidas de prevención, como el uso de equipos de protección individual o la vacunación de la gripe estacional.
«El riesgo realmente es solo para personas que tienen una exposición intensa y prolongada a polvo, excrementos de aves infectadas… por ejemplo cuando se sacrifica una granja de pollos afectados o se recoge una gran cantidad de cadáveres», apunta Höfle y acota que ese riesgo se da especialmente en espacios cerrados. «Al aire libre el peligro baja mucho más y con la protección adecuada el riesgo es extremadamente bajo». Aunque, matiza, eso no implica que pueda cambiar, pues el virus cambia continuamente con pequeñas mutaciones.
Vacuna
Hay una vacuna para los animales que disminuye el riesgo de enfermedad, pero no evita el contagio. «Puede que el virus circule de manera silenciosa porque las aves no muestran síntomas», explica Pérez Ramírez, por lo que es necesario vigilar intensamente la presencia del virus. Francia la utilizó para inocular a los patos en 2022 y los resultados fueron muy buenos.
Para humanos, la vacuna de la gripe estacional no protege frente al virus de la influenza aviar, pero reduce el riesgo de que ambos virus, al circular a la vez, puedan coinfectar al mismo tiempo y derivar en uno nuevo. «Conviene mucho que la gente expuesta a animales susceptibles, trabajadores de granjas avícolas o de visones se vacunen», reclama esta experta.
El impacto económico que tiene el virus, además, es importante, pues de las granjas infectadas ningún producto llega al mercado y deben sacrificar a todos los animales, de manera que hasta meses después no pueden retomar la actividad. En lo que va de año, se ha sacrificado a más de dos millones de aves.