Dave Grohl es un artista multifacético, conocido en primera instancia por ser uno de los mejores bateristas del rock de los 90 junto a Nirvana, y luego por su faceta de compositor, cantante y guitarrista en Foo Fighters. Grohl ha demostrado llevar la bandera del género en un momento en que cuenta con pocos representantes contemporáneos. Por sus canciones potentes, sus divertidos videoclips y su virtuosismo musical, el músico se posiciona como uno de los grandes referentes del rock. Incluso, fue el responsable de grabar todos los instrumentos en el álbum Foo Fighters (1995), por lo que su trabajo en el estudio siempre tiene un peso fundamental.
Sin embargo, el hecho de ser multiinstrumentista, compositor y contar con una amplia experiencia no le impide caer en la frustración y pasar mucho tiempo batallando con una canción. Esto fue lo que ocurrió con “I Should Have Known”, perteneciente al álbum Wasting Light (2011). Si bien este tema no es de los más populares de la banda, sí fue uno de los cortes del disco y se presenta como una suerte de balada rockera que incorpora cuerdas en su instrumentación y un riff de guitarra eléctrica que actúa como leitmotiv del tema.
Justamente fue este riff de guitarra lo que representó la mayor dificultad para Grohl, tal como relató en el documental Foo Fighters: Back and Forth. “Hubo momentos de frustración en los que estuve a punto de destrozar mi maldita guitarra. El riff inicial de ‘I Should Have Known’: me esforcé mucho para que sonara genial. Y normalmente no busco la perfección. No me gusta cuando las cosas suenan demasiado perfectas, pero a veces uno quiere que estén bien”, contó el músico, que muchas veces prioriza la actitud por sobre lo impoluto. Ese riff introduce la canción y guía las estrofas, y no es hasta casi la mitad del tema que ingresa el resto de la banda, por lo que tiene una importancia medular.