El flamante medalla de oro en la modalidad de Ómnium del último Campeonato del Mundo de Pista 2025 celebrado en Santiago de Chile, Albert Torres, ya está en casa. Este miércoles por la noche el ‘pistard’ de Ciutadella aterrizaba junto a su familia en el aeropuerto de Palma de Mallorca y lo hacía, cómo no, con la preciada medalla de oro y ataviado con el maillot de ‘arcoiris’. Torres, quien a sus 35 años ha logrado colgarse su segundo oro mundial tras el logrado el pasado 2014 en el Mundial de Cali junto a David Muntaner en la prueba de Madison, regresó a la isla donde reside desde hace ya muchos años y fue recibido por su familia mallorquina, también por su padre que se desplazó a la isla mayor, además de por dirigentes federativos y representantes de clubes del ciclismo balear.
Después de un duro 2025 en el que las lesiones y las intervenciones quirúrgicas han marcado en demasía al ciclista ciutadellenc del Movistar Team, Torres en Santiago de Chile veía la recompensa a la calidad y la constancia con esta medalla de oro de Ómnium. Una presea que muy probablemente sea la lanzadera de Torres para estar– o al menos intentarlo– en los próximos Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.
Albert Torres, a su llegada al aeropuerto de Palma. | Foto: Emilio Queirolo
Primeras palabras en España
Torres, cansado tras dos últimas semanas muy intensas por tierras sudamericanas, reconocía a «Es Diari» sentirse, «muy contento de poder llegar a casa, tras una semana larga de muchas emociones, y es cierto que tras Santiago de Chile irnos con la familia de vacaciones a Colombia, aún no me ha permitido ser consciente y asimilar lo logrado en el último Mundial», reconocía el de Ciutadella. «Desde ayer mismo en casa ya tocará digerir y sobre todo disfrutar de este momento tan bonito que nos tocó vivir en Santiago de Chile», relataba un ciclista, «personalmente muy contento de cómo cierro la temporada, tras un curso, repito, complicado por las lesiones, que te cortan la continuidad en entrenamientos, por lo que es un premio increíble este oro», dijo.
Torres, renovado recientemente para el 2026 con el Movistar, añadía que este logro no es solo importante a nivel deportivo– «que ganar un Mundial es algo muy difícil de lograr y lo he conseguido después de tantos años»–, sino también, «en lo personal, con mi mujer y mis hijos presentes en Santiago, tras un viaje muy duro pero que les ilusionaba mucho estar conmigo en este momento tan importante», se sinceraba ayer, con la voz entrecortada y ciertamente emocionado el bicampeón del mundo.
Un Torres que poco a poco debe volver a la realidad. «Tras asimilarlo todo tocará seguir entrenando con el Movistar, después de renovar de nuevo con ellos, como hago año a año. Y sí, este oro me da mucha moral para preparar los JJOO de Los Ángeles 2028 «, avanzaba ilusionado. «Es cierto, queda mucho, pero el próximo Mundial de pista del 2026, en octubre, será la primera competición clasificatoria para estos Juegos Olímpicos. O sea, que no queda tanto», exclamaba, sabedor que pronto deberán hablarlo con el equipo telefónico. «Me ilusiona mucho acudir tras verme tan competitivo y los objetivos suman; no pienso aún en los JJOO pero sin duda es un reto que espero se haga realidad».