Visma se desinfla: cuando el talento no basta y el dinero marca la diferencia
La imagen es representativa: camino de Guijuelo, en la Vuelta, dos Visma al frente compitiendo como si los UAE fueran el triple en carrera, surgiendo por los lados.
Durante años, Team Visma fue el modelo perfecto del ciclismo moderno: planificación, innovación y un bloque sólido capaz de doblegar incluso al todopoderoso UAE de Pogacar.
No digo que estén tres puntos por debajo, han ganado Giro y Vuelta el mismo año, pero está claro que han perdido la rueda del equipo emiratí en el Tour.
En silencio, casi sin titulares, los neerlandeses están perdiendo fuelle… no sólo en la carretera, sino en los despachos.
Bjarne Riis, personaje infame, pero viejo zorro del pelotón, lo ha dicho sin rodeos en Feltet.dk: “Visma no tiene el dinero para competir con los grandes».
Una sentencia dura, pero probablemente cierta.
Según el danés, el equipo que dirige Richard Plugge ya no está ni cerca del top 3 en presupuesto.
Por delante, con diferencia, aparecen UAE, Lidl-Trek y el emergente Red Bull, que viene de un año muy mediocre.
Y no es solo cuestión de cifras.
Riis subraya que las estructuras más poderosas no solo gastan más: gastan mejor.
UAE, por ejemplo, combina un presupuesto casi ilimitado con una gestión inteligente, fichajes quirúrgicos y una cantera que parece no agotarse nunca.
Lo dijo Matxin, salvo Yates y Almeida, el resto de estrellas del equipo están casi de inicio con ellos.
En cambio, Visma se ve forzado a elegir: mantener a sus estrellas, como Vingegaard o Van Aert, a costa de perder la profundidad que antes le daba ventaja táctica.
Las bajas recientes son el síntoma más visible de esa anemia financiera: Olav Kooij, Dylan van Baarle o Tiesj Benoot —piezas clave en el engranaje del equipo.
Los tres se han marchado buscando contratos imposibles de igualar.
A cambio, llegan jóvenes prometedores y fichajes discretos, valiosos pero insuficientes para sostener la hegemonía.
Riis también apunta a una fragilidad estructural: buena parte del patrocinio procede del mismo grupo empresarial, Pon.Bike, dueño tanto de Lease a Bike como de Cervélo.
Menos diversificación, menos aire.
Y en un WorldTour donde los presupuestos superan los 30 millones, depender de un solo paraguas puede ser peligroso.
El diagnóstico es claro: Visma sigue siendo un referente deportivo, pero su músculo económico se está atrofiando justo cuando los rivales levantan pesas.
Mala noticia para quienes queremos un Tour vibrante, con Vingegaard mirando de tú a tú a Pogacar.
Porque sin equilibrio financiero, la batalla por París corre el riesgo de volverse previsible… y el ciclismo, menos emocionante.
Imagen: Unipublic / Cxcling / Antonio Baixauli



