Oferta especial: Suscríbete por solo 1,5€ al mes a la revista National Geographic. -64% de descuento. ¡Y recibe un regalo GRATIS!

¡NOVEDAD! Ya disponible la edición especial El cerebro infantil de la colección Los Secretos del Cerebro de National Geographic.

La misteriosa falta de actualizaciones sobre el cometa interestelar 3I/Atlas está alimentando rumores y teorías conspirativas, especialmente en un momento en que el objeto ha mostrado un comportamiento inesperado. Sin embargo, la razón del silencio no esconde un secreto alienígena, sino un simple (aunque frustrante) problema burocrático: el actual cierre del gobierno federal de los Estados Unidos.

El Cierre de Gobierno y el silencio de la NASA

Desde el 1 de octubre de 2025, el gobierno federal de EE. UU. se encuentra en un cierre parcial o total debido a la falta de aprobación de la legislación de financiamiento. Esta parálisis presupuestaria ha afectado gravemente a numerosas agencias, incluyendo a la NASA.

Esto implica que las agencias están en modo esencial: durante un cierre, la mayoría de los empleados federales no esenciales son enviados a casa sin paga. Esto incluye a muchos científicos, personal de comunicación y equipos de soporte.

A su vez, esto implica un impacto en la información Los canales oficiales de la NASA, sus redes sociales y portales de noticias científicas reducen drásticamente o detienen por completo sus actividades. En esencia, la maquinaria diseñada para procesar, verificar y liberar datos al público está paralizada.

Esta inactividad forzada es la única razón detrás de la «desaparición» de información sobre 3I/Atlas, justo cuando más interés genera.

Un visitante interestelar inesperado

El cometa 3I/Atlas es el tercer objeto interestelar conocido que atraviesa nuestro Sistema Solar, después de 1I/’Oumuamua y 2I/Borisov. Su naturaleza y comportamiento han fascinado a los científicos:

Estudios iniciales y recientes observaciones sugieren un comportamiento fuera de lo común. El astrónomo Avi Loeb de Harvard ha señalado públicamente el análisis de una cola anormal y otros datos que lo hacen diferente de los cometas típicos. Otros análisis han detectado una composición química inusual (alto contenido de dióxido de carbono y níquel).

La NASA, con telescopios como el Hubble y el Webb (según reportes, el Webb lo observó en agosto), tiene una gran cantidad de datos y posiblemente imágenes clave sobre este objeto. Sin embargo, debido a las regulaciones burocráticas del cierre, no pueden liberar ni procesar esta información hasta que se restablezca la financiación del gobierno y el personal regrese a sus puestos.

Conspiración vs. Burocracia

La falta de actualizaciones oficiales coincide con el paso del cometa por el perihelio (máximo acercamiento al Sol) a finales de octubre y su posterior reaparición, el momento crucial para recopilar información.

El vacío de información oficial ha sido rápidamente llenado por la especulación: «Tan pronto como el gobierno reabra, liberarán imágenes/datos. Desafortunadamente, por razones burocráticas no pueden hacerlo hasta entonces. Avi Loeb tenía razón en su análisis inicial sobre la cola anormal. La NASA también lo ha notado.

En suma, el silencio de la NASA no es una cortina de humo para ocultar una nave alienígena, sino el resultado directo de la disputa política en Washington. La comunidad científica global continúa el seguimiento (la Red Internacional de Alerta de Asteroides, IAWN, mantiene una campaña de observación), y la promesa es clara: la información sobre el tercer visitante interestelar del Sistema Solar se hará pública tan pronto como se reabra el gobierno, poniendo fin a la ‘conspiranoia’ con datos científicos verificables.