«Ante las situaciones derivadas por las fuertes lluvias en su zona, como medida preventiva, permanezcan en sus domicilios y estén atentos a futuros avisos a través de este canal y fuentes oficiales». Es el primer borrador -con un texto en castellano, valenciano e inglés- … del mensaje ES-Alert que se terminó enviando a la población a las 20.11 horas del 29 de octubre de 2024, día de la catastrófica dana, cuando ya había muertos.
Este texto lo tenía preparado un alto funcionario de Emergencias de la Generalitat una hora y media antes para lanzarlo en la comarca de la Ribera ante el peligro que suponía el posible colapso de la presa de Forata y no por el barranco del Poyo, que acabó provocando muchas muertes a su paso por los municipios de la zona cero.
Pese al riesgo de inundación en los municipios aguas abajo de Forata, tanto esta primera propuesta como la que finalmente se lanzó a los teléfonos móviles de la provincia de Valencia -desde la Generalitat siempre han defendido que el ES-Alert se envió por la situación de la presa- no pedían a la gente que se refugiara en sitios elevados.
El jefe de Unidad de Análisis y Seguimiento del Riesgo remitió la citada propuesta por correo electrónico a la sala del Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) a las 18.37 horas. Ese documento, remitido con el título ‘Es alert ribera’, se ha unido ahora a la causa judicial que investiga la gestión de la barrancada con 229 fallecidos. La juez de Catarroja que instruye el procedimiento había solicitado el correo emitido por el técnico y lo ha incorporado al mismo tras recibir un informe de la Subdirección General de Emergencias de la Generalitat Valenciana.
Durante la declaración como testigo de este técnico en junio, él mismo quito hierro a este escrito. De acuerdo con su versión, el subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, le pidió que tuviera el sistema preparado pasadas las seis de la tarde. Fue la entonces consellera de Justicia e Interior Salomé Pradas, imputada, quien le dictó el texto que ella ya llevaba escrito, sobre las 19.45h.
Él sólo se encargó de transcribir el mensaje y traducirlo al valenciano. Después, Pradas salió de la sala y pidió que no se enviara hasta que diera el visto bueno, algo que ocurrió cinco o diez minutos después. Entonces se puso en contacto por teléfono con otro compañero, que fue quién lo validó, como estipula el protocolo.
Todo ello se produce después de la comparecencia también como testigo, el pasado 28 de octubre, de la jefa de servicio de Coordinación de Emergencias, que puso el foco en el correo con el borrador. Según ella, la responsable de Protección Civil de la Delegación de Gobierno le contactó para trasladarle que la situación requería el envío del ES-Alert. Entonces, ella mandó un WhatsApp a Suárez, para plantearle ese posibilidad y él le respondió que ya lo estaban gestionando.
Debate en el Cecopi
El envío tardío del ES-Alert centra la causa penal abierta por presuntos homicidios y lesiones por imprudencia. Aunque la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi), el órgano que dirigía la crisis aquella tarde, no se grabó, el sonido ambiente de los recursos periodísticos grabados por una productora externa para la Generalitat revelaron que Suárez -citado para declarar sin fecha- puso sobre la mesa la opción de «mandar un mensaje a todos los móviles» de la zona de Utiel entre las 17 y las 17.30 horas. El desbordamiento del río Magro causaba estragos en esta localidad y en Requena desde mediodía, lo que motivó declarar la situación 2 y activar a la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En su declaración, un testigo enseñó a la magistrada el mensaje que envió a un grupo de WhatsApp con trabajadores de Emergencias, a las 18.09h de aquella fatídica tarde, en el que informaba a sus compañeros de que el Cecopi estaba planteando mandar una alerta. El técnico que la validó declaró en mayo que Suárez le llamó a las 18.36h para que estuviera preparado. Además, a las 19h el Cecopi debatía con un borrador encima de la mesa, como muestran los vídeos citados anteriormente.