Las vidas de los deportistas profesionales se entrelazan continuamente. Ya sea porque comparten equipo, coinciden en torneos o se cruzan como rivales, los jugadores de baloncesto se suelen ver las caras a menudo sobre el parqué. Sin embargo, el caso de Bruno Savignani y Marcelinho Huertas es tan curioso como singular, pues han pasado de ser compañeros de equipo a enfrentarse uno como entrenador y otro como jugador.

El choque que medirá mañana al Laguna Tenerife y al Recoletas Salud San Pablo Burgos tendrá un reencuentro especial. Savignani y Huertas se conocen muy bien de los albores de sus carreras y también de la selección brasileña. Comparten nacionalidad y una buena relación, pero mañana serán rivales y cada uno tratará de dirigir a sus equipos de la mejor manera posible. Savignani lo hará desde el banquillo y Huertas, desde la cancha.

A sus 43 años, Savignani es uno de los entrenadores más jóvenes de la ACB, mientras que Huertas es el jugador más veterano de la competición con 42 primaveras. Sus carreras profesionales han seguido caminos diferentes, pero se han ido entrelazando a lo largo de los años. Hace más de dos décadas, Savignani jugaba en el Esporte Clube Pinheiros y ahí coincidió con un joven Huertas que ya comenzaba a despuntar. 

Después, el hoy entrenador del San Pablo dio el salto al baloncesto europeo y acabó volviendo a Brasil, donde con solo 31 años decidió reconducir su trayectoria y empezar a prepararse como técnico. Se fue haciendo un nombre en su país, volvió a cruzar el charco como técnico ayudante y acabó encontrando la oportunidad de ser primera espada en el Real Betis. De ahí, pasó a hacer historia con el San Pablo y mañana se cruzará con su amigo, que todavía sigue dando clínics sobre la pista.

Huertas también dio el salto a Europa y ha jugado en algunos de los mejores clubes del ‘viejo continente’ a lo largo de su dilatada trayectoria. Además, llegó a competir en la NBAcon Los Ángeles Lakers antes de regresar a España. En las últimas siete temporadas, se ha asentado en el Laguna Tenerife hasta convertirse en uno de los jugadores más determinantes de la Liga Endesa. «Si le dejas que esté en la zona de confort, te saca a bailar y te va a pulir cada vez que tenga el balón en la mano o juegue el ‘pick&roll’», avisa Savignani, que le conoce muy bien.

No hay que olvidar que el entrenador del San Pablo era hasta este verano entrenador ayudante de la selección brasileña y ahí coincidió mucho con Huertas. De hecho, guardan una muy buena relación y Savignani se deshace en halagos hacia su compatriota: «Podría hablar de él una hora, al igual que de Shermadini. Son muy difíciles de parar, pero hay que minimizar lo que generan».

Mañana, más de dos décadas después de compartir vestuario en el Pinheiro brasileño, Savignani y Huertas se volverán a cruzar con la diferencia de que esta vez serán adversarios y uno estará sobre la pista y otro en el banquillo. 

El partido. Más allá del reencuentro entre los dos brasileños, el partido de mañana -20.00 horas- entre el San Pablo y el Tenerife será un nuevo desafío para los burgaleses y lo afrontarán con la duda de Dani Díez, quien sigue con molestias en el dedo meñique de su mano izquierda. Así lo confirmó ayer durante su comparecencia ante los medios Savignani, quien habló de una evolución positiva en la dolencia de Luke Fischer en la rodilla.