Vimianzo y compañía aAntena hacen memoria del Prestige con imágenes de La Voz
08 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

«Fue el fotoperiodismo el que encendió la mecha de la marea blanca», dijo ayer en la Casa da Cultura de Vimianzo Ana García. Suyas y de José Manuel Casal, por tanto del archivo de La Vozde Galicia, son las imágenes que nutren la exposición Prestige, 20 anos, inaugurada ayer y visitable hasta final de mes.

Fue la primera parada del programa Eco de Sol en la capital de Soneira, una iniciativa de la compañía aAntena, representada por Xosé Leis, que ha merecido el Premio Proxectos culturais singulares para a Mellora Social de la Deputación. «Arte, territorio e conciencia social», dijo Mónica Rodríguez, alcaldesa. La regidora se refirió a las imágenes como «testemuño único daqueles días (…), patrimonio visual de enorme valor histórico e emocional». Rodríguez aludió a la importancia del periodismo local en la conservación de la memoria y la defensa del territorio: «Esta mostra é un exercicio de memoria colectiva», ahondó.

«Cada disparo de mi cámara aquel noviembre del 2002 fue un acto de guerra contra la oscuridad», afirmó Ana García. Todavía guarda el recuerdo del olor a fuel, de las botas pegadas al chapapote, del «silencio del mar herido», de la costa negra y las aves inmóviles: «Yo estaba allí, con las manos heladas». Las fotografías de aquellos tiempos dieron visibilidad a un «horror: «Las imágenes no salvaron aves, pero trajeron las manos que sí lo hicieron. No limpiaron las playas, pero despertaron la conciencia de miles (…) Hoy, veintitrés años después, miro el mar limpio, y cuando el mar de ardora vuelve a brillar en la Costa Morte, sé que esa luz no viene solo del agua, viene de la gente». Pasaron dos decenios, y algo más, de aquel océano Atlántico que «lloraba en negro».

Esfuerzo tras las fotografías

Con Xosé Leis, con Mónica Rodríguez y con Ana García estuvo también Xosé Ameixeiras, delegado de La Voz de Galicia en Carballo. Como público, alumnado del instituto Terra de Soneira. «Para min, a catástrofe do Prestige era chover sobre mollado. Anos antes sucedera o Cason», afirmó Ameixeiras. Y ambas cogieron con el pie muy cambiado a las autoridades. Tragedias «catárticas», en tanto que mudaron muchas cosas para siempre. «A Costa da Morte nunca volveu ser a mesma. Manter a memoria do Prestige é a maneira de defender o dereito das próximas xeracións a un mar limpo e saudable».

Relató el delegado de La Voz el esfuerzo detrás de muchas de esas fotos. Por temporales, por dificultades en el mar o por los años que a Casal, por ejemplo, le llevó ganarse la confianza de Man de Camelle para hacerle un retrato, herido ya de muerte por la tragedia, que hoy circula por las redes sin muchas veces reconocerle autoría. Echó en falta Ameixeiras un lugar en la Costa da Morte en el que se divulgue todo este trágico patrimonio marítimo que tiene desde hace siglos la comarca, huyendo de localismos.


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