El baloncesto es un deporte solidario. Se juega en equipo, se defiende en bloque y se ataca en grupo. Por eso esta semana, con la jornada de Euroliga ya terminada, ha quedado marcada por las muestras de apoyo a un jugador que siempre ha levantado admiración y cariño allí por donde ha pasado.
Polonara tuvo cáncer, al final su enfermedad devino en leucemia. Tenía un trasplante preparado y tuvo un trombo. Después de diez días en coma salió de esa situación extrema y salvó su vida. “Me dijeron que, al 90 % de posibilidades, iba a morir”, comentó con valentía.
Numerosos clubes, jugadores, entrenadores o aficionados mostraron su admiración de manera directa o indirecta y en Vitoria, más en concreto, hubo un acto de apoyo multitudinario antes del choque entre el Baskonia y la Virtus del jueves por la noche. Achi jugó en los dos clubes y dejó huella.
Palabras de cariño de Paolo Galbiati
Nada más terminar el choque, Galbiati le mandó un mensaje de apoyo en italiano. Y le dedicó una camiseta con su nombre. El entrenador del Baskonia comentó que “con Polonara estuve en la selección y hablaba de Vitoria de una manera increíble. Espero que tanto yo como los jugadores tengan el espíritu que Achi ha demostrado ahora”, comentó.
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La hija de Polonara nació en la capital alavesa y se llama Vittoria. El jueves por la noche, toda la plantilla de la Virtus y el Baskonia posaron con una pancarta que mandaba ánimos al jugador transalpino. Las fotos que se han colgado esta semana son impactantes pero todo el mundo confía en la fuerza que tiene el gran Achille Polonara.
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