El ciclismo se toma un respiro, pero antes hace una última parada en Japón. El Saitama Criterium celebra este domingo su 11ª edición con aroma a Tour de Francia: público entregado, cámaras, sonrisas y ese homenaje final a los que brillaron durante el verano. En la víspera, los aficionados japoneses abarrotaron el Saitama Super Arena -el mismo pabellón que guarda para España el recuerdo eterno del Mundial de baloncesto de 2006- para ver de cerca a los héroes del pelotón.
Entre ellos, dos nombres propios destacaron por aplausos y focos: Jonas Vingegaard y Jonathan Milan. Ambos llegan a Japón con la temporada hecha, pero con ganas de saborear el último aplauso. El danés lo hace como segundo del Tour y campeón de LaVuelta. El italiano, como dueño del maillot verde en los Campos Elíseos. Mañana, 59,5 kilómetros de circuito urbano —17 vueltas a un trazado de 3,5 km— pondrán el punto y final.
Vingegaard vuelve a sonreír
“Obviamente ha sido una buena temporada”, resumió Jonas Vingegaard ante los aficionados locales. No hubo gesto forzado. El danés habló con serenidad, con esa mezcla ya reconocible entre timidez y orgullo. “Me hubiera encantado ganar el Tour, claro, pero así es este deporte. Fui segundo allí y gané LaVuelta. Estoy contento”.
El del Visma aprovechó la visita para acercarse a la cultura local: tinta, pincel y pintura tradicional japonesa sobre la mesa. Sonrió junto a su antiguo compañero y ahora rival Primoz Roglic, que se arrancó incluso con unas palabras en japonés para delirio del público.
“Me encanta venir aquí. Es un país increíble. La afición es especial, anima muchísimo y se nota el cariño. Estoy deseando correr este domingo”, confesó el doble ganador del Tour, que ya visitó Saitama en 2022 y fue segundo. Este domingo, como siempre, saldrá a ganar.
Jonathan Milan cierra el año donde quiere
Si hay un ciclista que ha crecido en 2025, ése es Jonathan Milan. El gigante de Buja no solo ganó etapas y el verde en París; se ganó también la admiración del público. Y Japón lo ha confirmado.
“Es increíble estar aquí. Me encanta esta afición”, dijo el sprinter de Lidl-Trek, que llega tras haber competido también en la Japan Cup. “Este será mi último evento del año y estoy muy feliz de que sea aquí, en Saitama”.
Sobre 2026, Milan no se precipita: “No hemos hecho aún la planificación. Quiero descansar primero. ¿Volver al Tour? Todos quieren estar en el Tour, pero ahora solo pienso en disfrutar este ambiente y luego ya veremos”. La calma de quien ha cumplido sus deberes.
Jegat, el escalador que ya sueña más alto
No solo los nombres grandes tuvieron protagonismo. Jordan Jegat, décimo en el Tour con solo 26 años, visitó una escuela de Saitama y encendió imaginarios. Los niños escuchaban; algunos soñaban. “Creo que ha sido la mejor temporada de mi carrera. Sabía que podía hacer un buen Tour, pero un top-10… eso era más difícil de imaginar”, reconoció el bretón.
La ambición ya apunta más lejos: “Se puede aspirar a un top-5. Pero el gran objetivo es ganar una etapa. Me gustaría poder luchar también por el maillot de puntos de la montaña. Como escalador, siempre lo he tenido en mente”.
Uno-X, la confirmación de un proyecto
La emoción también llegó de la mano de Uno-X Mobility, que ha firmado una temporada inolvidable. La victoria de Jonas Abrahamsen en Toulouse y el sexto puesto de Tobias Johannessen en la general del Tour han sido decisivos para su salto al WorldTour en 2026. “Siempre soñé con ganar una etapa del Tour”, dijo Abrahamsen. “Y ver a Tobias en el Top-6 fue increíble. Creo que este equipo tiene un gran futuro”.
Leknessund y Wærenskjold coincidieron: “El Tour nos hizo creer que era posible. Ahora queremos demostrarlo entre los grandes”. Japón despide la temporada Saitama no es una carrera para decidir nada. No hay tensión clasificatoria, no hay radios con números complicados ni vatios límite. Hay sonrisas, agradecimientos, camisetas sin prisa, niños pidiendo firmas y campeones relajados. Es el aplauso final. El ciclismo se va. Pero, antes alumbra japón y dice arigato.