Gianni Bugno, aunque es italiano, nació en la localidad suiza de Brugg en 1964, el mismo año que venía al mundo Miguel Induráin, natural de Villava (Pamplona). Los dos se convirtieron en la década de los ‘90 del pasado siglo en leyendas del ciclismo, si bien, el dominio de Induráin en el Tour de Francia, que ganó de manera consecutiva entre 1991 y 1995, dejó a Bugno, uno de los grandes rivales del español, sin el triunfo que todo ciclista sueña desde pequeño.

Por la izquierda, Edu Landaluce, Javier Modesto, Toño Cima, Antonio Menendez, Bugno, Suarez Cueva, Hugo de la Calle y Eloy Santamarta. | / ROBERTO MENÉNDEZ
Cariño a Asturias
Bugno fue ayer homenajeado por la Asociación de Exciclistas de Asturias, que cada año agasaja a alguna de las grandes leyendas de este deporte y le entrega su insignia de oro. El italiano llegó a Oviedo a eso de las seis de la tarde, cansado por el viaje y con ganas de tomarse un respiro antes de ir a la cena que tuvo lugar en un restaurante de Llanera. Antes de hacerlo, atendió a LA NUEVA ESPAÑA y reconoció que está «muy contento de estar en Asturias, con viejos amigos, saber de ellos. Va a ser un rato bonito el que voy a pasar esta noche», aventuraba el italiano.
Participó en la Vuelta a Asturias
Bugno disputó la Vuelta Ciclista a Asturias de 1992 y tuvo que superar las montañas del Principado en sus tres participaciones en la Vuelta a España: «Es un terreno duro, aquí hay mucha subida, muchos ciclistas de montaña, pero lo que más recuerdo de Asturias es el tiempo, que cambiaba de repente», explica el exciclista.
Sobre su rivalidad con Induráin, Bugno explica que se quedó en la carretera, puesto que fuera de ella lo considera como «un buen amigo»: «Induráin es un gran campeón, para mí es un hombre muy bueno, y será gran amigo para mí para siempre; Somos amigos, fuimos rivales y ahora es muy buen amigo». También lo es el asturiaon Jesús Suárez Cueva, exciclista asturiano con el que compartió equipo y que le espera para recibir el calor del pelotón asturiano.
El resto de los galardones
En la cena celebrada en Llanera, también fueron homenajeados el exciclista ovetense Eloy Santamarta, que recibió la insignia de oro; el joven Hugo de la Calle, que recibió la de plata; Eduardo Pérez-Landaluce, que recibió la insignia de plata que no pudo recoger el año pasado; y Javier Modesto González Cabeza, Camilo Figueroa Fernández y José Antonio Cima Prado, que recibieron la placa de agradecimiento de la Asociación.
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