La fortuna sonríe a los audaces, reza el aforismo latino. Pocos tipos hay más osados en tierras burgalesas que EduardoCerdá, así que no es de extrañar que la suerte le esté haciendo un guiño con uno de los proyectos más singulares y valientes que tiene Ociosfera, su empresa: convertir Mina Esperanza, antigua explotación de hierro ubicada en Olmos de Atapuerca, en la primera mina navegable de España. Durante las tareas de acondicionamiento de las galerías para llevar a cabo el ambicioso plan, que se están llevando a cabo desde el pasado mes de febrero, ha aparecido un nuevo nivel, lo que va a permitir enriquecer más el proyecto en marcha -que cuenta con una subvención de la Junta de Castilla yLeón- y que ha recibido una prórroga para su ejecución que se prolongará hasta el mes de septiembre.
Según explica el también impulsor de Paleolítico Vivo, el descubrimiento de galerías en el nivel -5 por la acción del drenaje de la mina para realizar las obras pertinentes respecto de los accesos desde la superficie -rampas de hormigón para que los visitantes puedan pasar de unos niveles a otros con comodidad, nueva y mejor iluminación- va a permitir ofrecer un plan al visitante más atractivo si cabe. «Al descubrir el nivel -5 la idea pasa por trasladar a este piso que no conocíamos los recorridos en barca. Y lo haremos, además, tematizado: queremos que el itinerario explique la formación de la vida como si estuviéramos en el espacio, al estilo ‘cosmos’ de Carl Sagan, con luces y proyecciones imitando galaxias, estrellas, planetas, agujeros negros…Que sea un viaje sensorial sobre el origen de la vida».
La idea está más que madurada y Ociosfera cuenta con el asesoramiento del gran científico burgalés Carlos Briones, involucrado en el proyecto. «Queremos que sea una cosa seria, didáctica, educativa, con base científica. Con el máximo rigor». Briones, claro, es un seguro de garantía para que el principal atractivo de Mina Esperanza, que será el recorrido navegable en barcas de cuatro plazas (la primera ya está en interior de la oquedad) a casi doscientos metros de profundidad, constituya una experiencia única y pionera. Si, como parece, ese nivel -5 será el navegable, el inmediatamente anterior (-4) estará dedicado a lo que se llamará ‘La tierra primigenia’; este recorrido se hará a pie y pretende contar la historia de la Tierra. «Cómo era el mundo cuando surgieron las primeras formas de vida: charcas burbujeantes, lava, humo, relámpagos, etc. Explicar ese origen misterioso desde las propias entrañas de la tierra», apunta.
(La información completa, en la edición impresa o aquí)