La cuarta temporada de The Witcher ha confirmado lo que muchos temían: el hechizo se ha roto. La serie, una de las grandes apuestas de Netflix en los últimos años, ha regresado entre la indiferencia y la indignación. Pese a ocupar brevemente un puesto entre lo más visto, su balance semanal ha sido decepcionante.
La cuarta temporada de la serie de Lauren Schmidt parece ir cuesta abajo y sin frenos, arrojando unos datos nada prometedores, más si tenemos en cuenta que la quita temporada ya está en fase de posproducción. Una semana después de su estreno, la serie sobre el brujo Geralt de Rivia se ha saldado con un número de visualizaciones (7,4 millones) significativamente menor al que obtuvo en el estreno de la anterior temporada (15,2 millones) en 2023. Y lo que es más curioso, por debajo de la comedia romántica con Kristen Bell y Adam Brody, Nadie quiere esto, que ya suma 9,4 millones.
La caída era previsible. Desde que Henry Cavill abandonó la serie tras la tercera temporada, el desgaste ha sido constante. La marcha del actor británico, motivada por las célebres «diferencias creativas» con el equipo —un eufemismo que muchos tradujeron como un distanciamiento de las novelas originales de Andrzej Sapkowski— marcó un punto de inflexión. Cavill, apasionado de la saga literaria, fue el gran valedor de la fidelidad al material original y el principal motivo de que The Witcher conectara con los fans durante sus primeras entregas.
Netflix trató de mantener viva la saga con el fichaje de Liam Hemsworth y la producción simultánea de las temporadas cuarta y quinta, actualmente en posproducción. Sin embargo, el intento de revivir el interés se ha topado con una audiencia cada vez más desencantada, y la brecha entre la serie y sus seguidores no ha hecho más que ampliarse. «La sombra de Henry Cavill sigue pesando sobre la saga«, parece ser el pensamiento más recurrente entre la comunidad de fieles.
Llueve sobre mojado
En ese contexto de desconfianza, la plataforma ha tomado una decisión que ha encendido aún más los ánimos: eliminar el icono de perfil con la imagen de Geralt interpretado por Cavill y sustituirlo por la versión de Hemsworth. El cambio, implementado de manera silenciosa junto con otras actualizaciones visuales, ha sido percibido como una provocación. «Cobardes», escribió un usuario de X, mientras otros acusaban a Netflix de «borrar» la huella del actor británico. Algunos incluso reportaron errores «404» al iniciar sesión con el avatar antiguo, ahora inexistente.
La polémica creció rápidamente en redes sociales. «Deberían haberlo reemplazado y ver cuánto tardaba la gente en darse cuenta», ironizó un usuario de Reddit, mientras otros señalaban que también desapareció la imagen de Yennefer, lo que sugiere una limpieza completa de las imágenes originales.
Con una audiencia menguante, un fandom dividido y una nueva temporada que no ha logrado reconquistar ni a los fieles ni a los curiosos, Netflix se enfrenta al cierre de una de sus producciones más ambiciosas bajo una tormenta de críticas.