John Travolta se convirtió décadas atrás en uno de los ídolos juveniles en todo el mundo, merced a dos de sus primeras películas: «Fiebre de sábado noche» y «Grease»; notoriedad que mantuvo luego también con «Pulp Fiction». Su filmografía es amplia y diversa, lo que le ha deparado, además de ser protagonista y productor, un amplio crédito en Hollywood, a pesar de que la crítica no siempre ha alabado sus interpretaciones. Ajeno a estas, se ha labrado un sólido patrimonio que le permite vivir sin preocupaciones económicas; entre otros caprichos, mantiene cinco aviones de su propiedad, pues su mayor pasión después del cine es pilotarlos.

En contraste con ese elevado nivel de vida y al reconocimiento de popularidad que mantiene todavía, el destino lo ha castigado con varias desgracias, de las que poco a poco ha conseguido salir a flote, no sin padecer depresiones y episodios difíciles, como la muerte de su esposa y de uno de sus tres hijos, en trágicas circunstancias.

Transcurría el año 2009 cuando, de vacaciones familiares en su residencia veraniega de las Bahamas, John Travolta y su esposa Kelly Preston asistieron a la muerte súbita de su hijo Jett, en presencia de sus otros dos hijos, Ella y Benjamín. Fue un drama para todos ellos. El finado padecía el síndrome de Kawasaki y no pudo sobrevivir.

En 2018 sucedió otro durísimo golpe para los Travolta cuando los médicos que trataban a la esposa del actor, la antes citada Kelly Preston, le diagnosticaron un cáncer de mama. Sometida a un severo tratamiento, falleció dos años más tarde, en 2020. Si para John la desaparición de la mujer que tanto amaba le hizo sufrir desesperadamente, a su primogénita Ella Bleu le ocurrió otro tanto a sus dieciocho años, como ya a los nueve había llorado hasta la extenuación la pérdida de su hermano Jett, al que estaba muy unida. Esta jovencita parecía abonada al sufrimiento. En el colegio sufrió el acoso de sus compañeros, que la llamaban gorda, sin piedad con ella, que padecía síntomas de bulimia.

John Travolta tuvo que ocuparse de Ella y del benjamín de la familia, que precisamente se llamaba Benjamín. Sumido en su fuerte creencia en la Cienciología, una secta religiosa de la que forma parte, siguiendo los pasos de su colega Tom Cruise, se preguntaba por qué a él le había tocado vivir con tan mala fortuna.

Su hija Ella le ha permitido compartir a su lado muy gratos momentos. Acostumbrada a acompañar a sus padres en importantes eventos cinematográficos, pisaba la alfombra roja de los Óscar. De ahí a su debut como actriz cinematográfica, un paso. Lo hizo en 2009 con «Old Dogs». Y luego, en 2018 fue del brazo de su progenitor al Festival de Cannes donde él presentaba su película «Gotti». Y junto a él, compartió reparto un año más tarde en el filme «Poison Rose».

La proyección artística de la joven Travolta ha ido creciendo, de lo que su padre se siente orgulloso, y así lo ha manifestado últimamente, recordando que Ella ya no es una principiante. En 2021 protagonizó una nueva versión cinematográfica de «Alicia en el país de las maravillas«, titulada «Get Lost».

Además de su faceta como actriz, ha añadido otra, la de cantante, amén de que hace tiempo también se estrenó como modelo. Hace un par de años hizo su primera incursión discográfica, con un sencillo, «Dizzy».