Más de 27.000 gallineros domésticos en Galicia deberán mantener sus aves bajo techo a partir del próximo lunes, 10 de noviembre, como parte del nuevo paquete de medidas preventivas contra la gripe aviar de alta patogenicidad (H5N1) decretado por el Ministerio de Agricultura.
Según los datos de la Consellería do Medio Rural, en la comunidad hay 153.603 corrales de autoconsumo registrados, de los cuales 7.069 se sitúan en zonas de especial riesgo (ZER) y 19.993 en zonas de especial vigilancia (ZEV). En conjunto, el 17,6% del total de gallineros deberán aplicar el confinamiento inmediato de sus aves.
La medida afectará a 40 concellos gallegos, tras la ampliación del confinamiento a las zonas de vigilancia, una decisión tomada por el Ministerio tras constatar el aumento de focos en Europa y el riesgo creciente asociado a los movimientos migratorios de aves
En Galicia, las restricciones se aplicarán en los concellos incluidos en las zonas ZER y ZEV. En ellos, las aves deberán mantenerse en recintos cerrados o protegidos por mallas. Cuando esto no sea posible, se permitirá su estancia al aire libre solo si se instalan telas pajareras o barreras que impidan el contacto con aves silvestres. Además, se prohíbe el uso de agua de depósitos accesibles a fauna salvaje, la cría conjunta de patos, gansos u otras especies, y la participación de aves domésticas en ferias o certámenes.
La conselleira do Medio Rural, María José Gómez, hizo ayer un llamamiento a «extremar las precauciones» y reforzar la bioseguridad «en todas las explotaciones, también en las domésticas», tras recordar que en Galicia no se ha detectado ningún caso en granjas ni en aves de corral.
Concellos afectados
Galicia concentra cuarenta de los 1.199 municipios españoles afectados por el confinamiento obligatorio de aves decretado para frenar la expansión de la gripe aviar. De ellos, once forman parte de las zonas de especial riesgo (ZER) y ya estaban obligados desde el pasado enero a mantener las aves bajo techo. Se trata de A Illa de Arousa, Cambados, O Grove, Meaño, Ribadumia, Sanxenxo y Vilanova de Arousa, en Pontevedra; Xove, en Lugo, y Cerceda, Ordes y Tordoia, en A Coruña.
A partir del lunes se suman los concellos de las zonas de especial vigilancia (ZEV): en la provincia de Pontevedra son A Guarda, Marín, Meis, Moaña, Poio, Pontevedra, Redondela, O Rosal, Soutomaior, Tomiño, Tui, Vilaboa y Vilagarcía de Arousa. En A Coruña, Cariño, Dumbría, Mazaricos, Ortigueira, Porto do Son, Rianxo, Ribeira, Vimianzo y Zas; en Lugo, Ribadeo y Trabada, y en Ourense, Porqueira, Rairiz de Veiga, Sandiás, Vilar de Santos y Xinzo de Limia.
«La prevención es esencial para proteger al sector y evitar que el virus llegue a las aves domésticas», subrayó Gómez durante un acto en Friol. La conselleira confirmó que la próxima semana se reunirá el comité de sanidad animal para evaluar la evolución de la situación y determinar si las restricciones deben mantenerse o ampliarse a otros municipios.
La Xunta recuerda que Galicia cuenta con una de las mayores densidades de gallineros domésticos de España, con los más de 150.000 registros oficiales ya citados (y un número indeterminado de corrales familiares sin censar).
Por su parte, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, instó también a «cumplir las restricciones», recordando que «es una medida necesaria y obligada que va en beneficio de todos».
Una vecina de Moaña: «Confiné las gallinas por el bien de todos»
Chelo Pombal, vecina de Meira (Moaña), cría gallinas desde siempre. Entre gallos y gallinas suma 31, y ayer ya las confinaba en su gallinero, cubierto y protegido por red, para prevenir contagios de gripe aviar. «¡Claro que están mejor al aire libre, como toda la vida!», lamenta, aunque asume que «si es por el bien de todos, hay que hacerlo».
En Moaña ya están acostumbrados a estas medidas, tras varios casos detectados en O Morrazo: una gaviota sombría en Bueu (27 de agosto), una patiamarilla en Cangas (19 de septiembre) y otra en Moaña (17 de octubre).
Pese a los casos en los tres municipios, las restricciones sólo afectan en la comarca a Moaña, junto con Vilaboa y Marín, al formar parte de las Zonas de Especial Vigilancia (ZEV) por su ubicación en la ruta migratoria de aves. La Xunta reforzó la prevención en estos concellos, además de los 11 que ya eran Zonas de Especial Risco (ZER).
En el Monte Faro, una granja con 1.600 gallinas que opera bajo la marca «Ovos da casa» mantiene las aves confinadas desde hace un mes. «É bo, é unha forma de evitar que se transmita a gripe», explican padre e hijo, responsables de la explotación «Galiñas felices», supervisada por su veterinaria habitual. Insisten en que el confinamiento es solo una medida temporal y que las gallinas volverán a salir.
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