El Grupo Ureta Tizona Burgos no pudo cambiar el signo del partido en su visita a Santiago de Compostela, donde cayó con claridad ante el Monbus Obradoiro en el Fontes do Sar (93-68). El conjunto azulón, dirigido por Jordi Juste, pagó un mal inicio que condicionó el resto del encuentro frente a un rival que mostró solidez desde el salto inicial y no perdió el control en ningún momento. El equipo gallego, con el burgalés Diego Epifanio al timón, impuso su ritmo y no dio opción a la remontada, apoyado en un juego coral y efectivo tanto en defensa como en ataque.

El inicio fue un mazazo para los visitantes. Obradoiro salió con las ideas claras, muy agresivo en la circulación, acertado desde el perímetro y firme en el rebote. El parcial inicial fue incontestable. Con apenas tres minutos disputados, los locales ya mandaban en el marcador con una renta que crecía con cada posesión, mientras Tizona acumulaba errores, precipitaciones y tiros forzados. El 30-8 que reflejaba el electrónico a falta de un minuto para cerrar el primer cuarto no dejaba lugar a interpretaciones. El conjunto de Juste, completamente desbordado, necesitaba frenar la dinámica, pero no encontraba herramientas ni reacción desde el banquillo.

Durante ese primer cuarto, el dominio gallego fue total, con un control absoluto del rebote en las dos zonas, buena selección de tiro y una defensa que secó los intentos del cuadro burgalés por entrar en ritmo. Juste tuvo que parar el partido para reorganizar a los suyos, aunque el impacto fue limitado. Tizona no conseguía enlazar tres acciones positivas seguidas y sufría ante cada transición del rival, que encontraba ventajas tanto por fuera como en juego interior.

El segundo cuarto mostró una leve mejoría del Tizona. Con Marquis Jackson algo más entonado y una defensa más ajustada en las líneas exteriores, los burgaleses comenzaron a sumar con mayor fluidez. Jackson abrió el periodo con una buena acción individual y, poco después, un triple lejano de Barrueta redujo mínimamente la desventaja. Sin embargo, el Obradoiro mantuvo su nivel. Barcello y Quintela se mostraban cómodos en la dirección, y bajo los aros Vila imponía presencia. La diferencia, lejos de estrecharse, volvió a ampliarse a medida que los minutos avanzaban. El acierto desde la larga distancia y la eficacia en las penetraciones mantuvieron a los locales en registros muy altos. Al descanso, el 54-33 dejaba al Tizona con una losa difícil de levantar.

El paso por vestuarios no cambió el guion. La intención de Jordi Juste era evidente, queriendo dar un paso adelante en defensa, cerrar el rebote y encontrar mejores situaciones en ataque para recortar la desventaja. Pero el plan no se trasladó al juego. Tizona no anotó en los primeros compases del tercer cuarto y volvió a atascarse en circulación. Obradoiro, en cambio, mantuvo su intensidad, castigó cada pérdida y siguió creciendo en sensaciones. Con el partido ya inclinado, el equipo local se permitió incluso rotaciones amplias sin que el nivel se resintiera.

Parrado por los suelos mientras Vilá y Totte Alonso tratan de hacerse con el balón.ADRIAN BAULDE

Ferguson y Vila, ambos con once puntos, mantuvieron la productividad ofensiva, y Barrueta completó una actuación sólida, firmando 16 puntos que le convirtieron en uno de los nombres propios del choque. Pese a los esfuerzos individuales, la diferencia se estabilizó por encima de los veinte puntos y la sensación de partido cerrado comenzó a imponerse antes de finalizar el tercer periodo.

En el último cuarto, con todo prácticamente decidido, el Obradoiro no levantó el pie. Juste buscó respuestas en el banquillo, dio minutos a diferentes rotaciones y trató de cerrar el encuentro con dignidad. El Tizona intentó sostenerse a través de acciones aisladas, pero el rival gestionó bien la renta y siguió explotando las debilidades defensivas de los burgaleses. La intensidad no bajó ni en los últimos minutos, y el público del Fontes do Sar reconoció el esfuerzo del conjunto local, que supo construir su victoria desde el primer cuarto y consolidarla con solvencia.

El 93-68 final fue el reflejo de un partido en el que el Obradoiro se mostró superior en casi todos los apartados. El Tizona, muy penalizado por su mal arranque, no encontró soluciones y acumuló demasiadas lagunas defensivas y falta de claridad ofensiva. La derrota obliga a los de Jordi Juste a reajustar piezas y buscar una respuesta inmediata para no perder el paso en la clasificación.

PRIMERA FEB – JORNADA 7
MONBUS OBRADOIRO – GRUPO URETA TIZONA BURGOS, 93-68Monbus Obradoiro: Andersson (7), Dos Anjos (9), Westermann (10), Barrueta (16), Barcello (12). También jugaron: Grela (0), Kravic (9), González (9), Brito (4), Quintela (10) Lundqvist (5) y Galán (11).

Grupo Ureta Tizona Burgos: Jackson (10), Gil (0), Ferguson (11), Seoane (0), Jofresa (8). También jugaron: Terins (2), Parrado (5), Vila (11), Huelves (9), Zidek (9) Alonso (3) y Ruiz (0).

PARCIALES Primer Cuarto: 30-9 Segundo Cuarto: 24-21 Tercer Cuarto: 18-17 Cuarto Cuarto: 21-18

ÁRBITROS: Ángel de Lucas, Mikel Cañigueral y Carlos Gallego.
ELIMINADOS:

PABELLÓN: Multiusos Fontes Do Sar.