La mecha del Espanyol se fue apagando poco a poco. La mordida inicial, aunque sin veneno, y el orden defensivo, aunque pasivo, de los blanquiazules se desvaneció ante un Villarreal con la artillería pesada en el banquillo, pero con efectividad y el control del partido en la pizarra de Marcelino (0-2). El submarino amarillo, en un imponente inicio liguero, escala a la segunda posición de la tabla, mientras el Espanyol permanece sexto.

0

Marko Dmitrovic, Fernando Calero, José Salinas, Omar El Hilali (Rubén Sánchez, min. 81), Leandro Cabrera, Tyrhys Dolan, Pere Milla (Charles Pickel, min. 70), Pol Lozano (Kike García, min. 59), Urko González de Zárate (Miguel Rubio, min. 81), Edu Expósito (Jofre Carreras, min. 70) y Roberto Fernández

2

Luiz Júnior, Pau Navarro, Rafa Marín, Alfonso Pedraza, Renato Veiga, Thomas Partey, Alberto Moleiro (Sergi Cardona, min. 82), Santi Comesaña (Pape Gueye, min. 73), Tajon Buchanan (Ilias Akhomach, min. 82), Tani Oluwaseyi (Ayoze Pérez, min. 73) y Gerard Moreno (Nicolas Pépé, min. 70)

Goles
0-1 min. 42: Gerard Moreno. 0-2 min. 56: Alberto Moleiro

Arbitro Alejandro José Hernández Hernández

Tarjetas amarillas
Tajon Buchanan (min. 60), Pau Navarro (min. 80)

Era un duelo de ambiciones en lo alto de la tabla, un choque también capaz de determinar el rumbo de la temporada para ambos, que llegaban de dos derrotas. Marcelino se marchó enfadado de Chipre tras perder duramente ante el modesto Pafos, y tras el esfuerzo europeo, el técnico realizó ocho cambios en su once inicial. Se sumó a la revolución Manolo González, que intentó recuperar mordiente con seis cambios respecto a la derrota frente al Alavés y sin poder contar con Romero y Terrats por la cláusula del miedo.

El Espanyol, emocionalmente a medio camino entre el 125 aniversario y la mala noticia del infarto del director deportivo, Fran Garagarza, se refugió en su RCDE Stadium. El estadio es su habitual fortín, y hasta este sábado tan solo habían perdido un partido en casa. Ante el Villarreal, el balance no era optimista.

Conscientes de la urgencia del gol, el Espanyol tomó la iniciativa con verticalidad y velocidad. Encontró huecos entre la zaga rival tras pases en largo y combinaciones de Urko, Dolan y Edu Expósito por la derecha, y de Salinas, Pere Milla y Pol Lozano por la izquierda. El Villarreal, por su parte, quedó replegado en su campo y a la espera de los envites de los blanquiazules, que llegaban mucho y bien al área de Luiz Júnior.

El frío del ambiente en el estadio blanquiazul se trasladó también al campo: el peligro fue tan aparente como inocuo, sin disparos a portería para los blanquiazules. El mayor problema para el conjunto local llegó cuando el Villarreal apretó. El Espanyol, demasiado prudente sin balón, aguardaba bien posicionado e impedía que sus rivales encontrasen a Moleiro y a Buchanan. Pero con el submarino asustando, el gol llegó: Gerard Moreno anotó el primer y único disparo entre los tres palos de la primera parte.

No cambió el guion en la segunda parte del encuentro. El Villarreal llegaba con mayor facilidad al área de Dmitrovic con sus contragolpes. En uno de ellos, Moleiro anotó el segundo tanto para el conjunto amarillo, y el Espanyol, que llegó tarde a los cambios, quedó desnudo hasta el final, que terminó con esfuerzo, no recompensa.