El aire de noviembre ha traído un respiro inesperado para el mundo de las criptomonedas. Después de un mes de vértigo y liquidaciones masivas, el bitcoin se mueve en torno a los 100.000 dólares y algunos analistas comienzan a preguntarse si el mercado ha encontrado finalmente suelo. La imagen del ‘invierno cripto’ que dominó los titulares en octubre empieza a matizarse con señales de cierta estabilización y un nuevo tono de cautela entre los inversores.

El desplome de las plataformas de finanzas descentralizadas como Balancer, las dudas sobre la política monetaria estadounidense y el avance del dólar habían congelado el impulso que llevó al bitcoin a superar los 125.000 dólares a comienzos de octubre. 

El movimiento de ajuste fue rápido y severo, con pérdidas cercanas al 20%, y más de 1.700 millones de dólares liquidados en posiciones apalancadas, según datos de CoinGlass. Fue una purga que vació el exceso de riesgo y dejó a muchos operadores fuera del tablero.

Hoy, sin embargo, el paisaje empieza a ser distinto. Diversos informes del mercado apuntan a que las ventas más agresivas se han detenido. Bitcoin, XRP y solana tratan de encadenar varias sesiones de avances moderados y los analistas observan un retorno gradual de la estabilidad tras las caídas de octubre. 

Otro informe de JP Morgan señala que, tras el ‘desapalancamiento’, bitcoin se encuentra «mecánicamente barata» frente al oro. El estratega Nikolaos Panigirtzoglou afirma: «La relación entre el interés abierto en futuros perpetuos y la capitalización de mercado ha vuelto a su nivel medio de 2024, una señal de normalización después de semanas de tensión».

Problemas de liquidez

En el mercado tradicional también se respira cierta contención. La presión sobre las bolsas y los activos especulativos se originó en un frente mucho más amplio. Estados Unidos atraviesa un cierre parcial de gobierno que ha alterado los flujos de liquidez del Tesoro. 

Parte de los fondos públicos permanece retenida en la cuenta que el Tesoro mantiene en la Reserva Federal (Fed), lo que ha drenado liquidez del sistema. Este movimiento coincidió con la reducción de balance del propio banco central y amplificó la sequía de efectivo en los mercados monetarios.

Los efectos fueron inmediatos. El diferencial entre los tipos de interés de los repos y los fondos federales, una medida clave de la tensión de liquidez, alcanzó el 0,3%, su nivel más alto desde 2019. Cuando esa brecha supera el 0,1 suele considerarse una señal de estrés. 

A corto plazo, esta rigidez ha limitado el apetito por activos de riesgo y ha arrastrado a los índices tecnológicos y al propio bitcoin. No obstante, el mercado espera que el Fed actúe para estabilizar las reservas bancarias e inyectar liquidez en las próximas semanas, lo que aliviaría la presión sobre los mercados.

Por otro lado, la rentabilidad del bono estadounidense a diez años continúa contenida por debajo del 4,10%. Mientras esa referencia se mantenga bajo control, la escasez de liquidez podría ser transitoria. El precedente de 2019 planea sobre el recuerdo de los operadores y la expectativa general apunta a que, una vez se reabra el gobierno federal y el Tesoro libere pagos atrasados, el flujo de dinero hacia la economía retomará su curso normal.

Esta dinámica macroeconómica es fundamental para entender por qué el bitcoin podría estar acercándose a un punto de inflexión. Durante los últimos meses, la correlación entre la criptomoneda y el índice Nasdaq se ha reforzado, lo que sugiere que los movimientos de liquidez global impactan directamente sobre los activos digitales. Cuando el dinero se encarece y el dólar gana fuerza, las criptomonedas tienden a perder tracción. Pero si el ciclo de tipos se modera o la liquidez vuelve al sistema, el comportamiento puede revertirse con rapidez.

El miedo sigue presente

El Índice de Miedo y Codicia del mercado cripto marca 24 puntos según CoinMarketCap. Eso significa que está en niveles de ‘miedo extremo’ y una lectura que, históricamente ha coincidido con zonas de suelo. La última vez que se registró un valor similar fue en abril, justo antes de un repunte del 60% que llevó al bitcoin a sus máximos históricos. 

Simon Peters, analista de eToro, recuerda que el activo ha vivido caídas del 30% en otras ocasiones dentro de una tendencia alcista más amplia y considera que los precios actuales podrían reflejar un descanso antes de la siguiente etapa de consolidación.

Mientras tanto, los analistas técnicos vigilan el nivel de los 100.000 dólares como zona crítica. De momento, la cotización se mueve alrededor de ese nivel pese a haberlo perdido también durante las últimas jornadas con una volatilidad más moderada.