Los cánticos en defensa de la sanidad pública han llenado las calles del Centro de Málaga. Con el lema ‘Defendamos la sanidad pública’, miles de … personas (unas 15.000, según las primeras estimaciones) se han manifestado este domingo por la ciudad convocadas por la plataforma Mareas Blancas de Málaga.
La protesta, que se ha repetido en todas las provincias andaluzas, salió desde el CARE de Muelle Heredia desde donde se recorrió parte del Centro de Málaga hasta la plaza de la Merced, donde se leyó un manifiesto. En la marcha en la capital participaron una veintena de colectivos profesionales, asociaciones de pacientes y sindicatos.
Durante la marcha pudieron leerse diferentes lemas reivindicativos como ‘La sanidad no es un negocio’, ‘Más profesionales sanitarios, menos contratos basura’ o ‘No se vende, la salud se defiende’. Desde el primer momento, los convocantes aseguraron que no se trataba de una protesta contra un partido en concreto, sino en defensa de la sanidad pública. «Gobierne quien gobierne, la sanidad se defiende», cantaron en la salida.
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En el manifiesto que se leyó, los convocantes consideraban que «las políticas neoliberales que viene aplicando el gobierno andaluz están destruyendo lo público y poniendo en peligro los principios de atención digna, universal y calidad». También añadieron que cuando se privatiza un servicio público «lo prioridad dejan de ser las personas, se nos deshumaniza y cosifica y nos convierten en pura mercancía, siendo la prioridad el rendimiento económico, y para eso necesitan desmantelar y destruir lo público».
Entre los asuntos de actualidad que avivaron la protesta en toda Andalucía se encontraban también la crisis de los cribados de cáncer, un tema del que también se habló en el manifiesto. «Más de 2.000 mujeres han sido abandonadas a su suerte por estas políticas, a la vez que se financia lo privado, donde se adjudican los contratos con criterios económicos, no sanitarios, a empresas que recortan en personal técnico, reducen controles de calidad y priorizan el ahorro y el beneficio sobre la salud y la vida».
Entre los participantes se encontraba Ana Belén Espejo, médico y miembro de la plataforma Mareas Blancas de Málaga, quien detalló que las movilizaciones no iban en contra de ningún partido, sino en contra de los recortes y de la privatización de servicios. «A principios de septiembre se entregaron más de 50.2000 firmas para que se blindara la sanidad pública y que no se derivaran hacia centros privados, porque se ha visto que no ha servido», sentenció.
Otra de las personas que iba cerca de la cabecera era Diego Romero, portavoz de la plataforma sanitaria Zona Norte. Este profesional detalló que la situación sanitaria «es muy grave» y denunció el «deterioro diario de la sanidad pública». En su caso, enfatizó que la situación en las zonas rurales es todavía peor porque no cuentan con los mismos profesionales que hay en Málaga. «En la mayoría de los pueblos no hay médico diariamente y los enfermos no pueden estar todo el día en la carretera», recalcó.
También se refirió al problema sanitario actual Juan Tomás Rodríguez, de la plataforma Rincón por la Sanidad. En su caso hablaba como paciente. «Teníamos una sanidad que era un lujo pero la han ido degradando de tal forma que ahora da pena. No es de recibo que tengas algo serio, que pidas cita en el ambulatorio y te den 20 días: en ese tiempo te puedes haber muerto», relató Rodríguez.
Voluntad de diálogo
La manifestación que se celebró en Málaga se repitió este domingo en todas las provincias andaluzas. A este respecto, el consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz (PP), puntualizó que «respeta siempre cualquier movilización o concentración que haga cualquier colectivo», al tiempo que subrayó que tiene la «mano tendida» y «voluntad de diálogo con todos los sectores» para alcanzar acuerdos en materia sanitaria. «Lo que espero es que sepan aprovechar la mano tendida y la voluntad de diálogo de este equipo de la Consejería y de este consejero, porque creo que avanzamos mucho más firmando acuerdos y ofreciendo soluciones que de otra manera», agregó Sanz antes de incidir en que «en todo caso» respeta «todo lo que haga cada cual, y cada cual sabe lo que hace».
