Aquella expresión castiza de «Yo estuve allí» refleja mejor que cualquier otra la celebración de un día «histórico» para Coreses. El municipio pone el broche a los actos conmemorativos por el bicentenario del nacimiento de Ramón Álvarez rindiéndole homenaje con la primera escultura dedicada a su figura, obra del artista local David Alonso.

La obra en bronce, emulando la forma de trabajar del propio Álvarez y con sus 185 centímetros de alto muestra una interpretación personal del escultor, imaginero e hijo predilecto de Coreses «en plena faena», retallando la desaparecida obra de San José que se veneraba en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción. Una propuesta defendida por el joven pupilo de Bellas Artes en la facultad de Sevilla con «determinación y seguridad» ante el historiador Cecilio Vidales, un recuerdo personal que desveló a los presentes: «Me quedé gratamente sorprendido y aquí está el resultado».

De la primera reunión fraguada hace casi 19 meses (18 de abril de 2024) germina un homenaje erigido en tiempo récord -apenas un mes- con el que Coreses marca un «recuerdo indeleble» en su memoria «para transmitir a nuestros descendientes». Ha sido en un multitudinario acto al que centenares de vecinos e hijos del municipio se han sumado personalidades, entidades y empresas colaboradoras durante este intenso año del bicentenario. Entre ellos, el pintor zamorano como el pintor Esteban Pedrero.

El obispo de Zamora, monseñor Fernando Valera, era el encargado de oficial la eucaristía previa, así como de bendecir la estatua que ya corona la plaza de Gonzalo Aguiar a las puertas del centro cultural que lleva su nombre y en la trasera de la casa consistorial. Apenas 250 metros separan este tributo del que el municipio ya le rindió hace 36 años en forma de busto, coincidiendo con el centenario de su muerte en el año 1889.

«Coreses es desde hoy más rico». Vidales ensalzaba el «denso» programa del bicentenario, del que «nos quedarán muchos recuerdos, pero lo más impactante será la visibilidad de este monumento único en nuestra provincia que enriquece el patrimonio» local.

Una estatua que, más allá de una «huella imborrable», representa «un símbolo de gratitud de los valores que don Ramón encarnó», en palabras del alcalde de Coreses, José Luis Salgado. También de reconocimiento a lo colaboradores que han contribuido a ensalzar la figura del escultor más representativo de la Semana Santa zamorana.

El joven David Alonso dirigía unas palabras «improvisadas desde el corazón» (con el recuerdo a su padre y abuelos) para agradecer el encargo , «un sueño», de una obra ideada «por una persona de Coreses para Coreses» y con la que continúa su aportación al patrimonio local y provincial, tras dar forma el año pasado a la cruz guía de la Real Cofradía del Santo Entierro. «En abril lamentablemente no pudo ver la luz por las condiciones meteorológicas, pero hoy te acompaña en este día tan especial».

Balance de éxito

Balance de «éxito» en el que «es difícil resaltar alguno de los actos» programados durante este bicentenario, orquestados por los miembros de la comisión. Ejemplo de ello fueron los 400 asistentes a la representación dramático–musical o la exposición que logró concentrar a medio centenar de visitantes «en apenas hora y media y en pleno verano» al día en el municipio coresano.