La próxima semana llegará marcada por un cambio notable en la situación meteorológica en España. Tras días de relativa estabilidad, se prevé un nuevo giro que repartirá fenómenos contrastados entre diferentes regiones. Algunas zonas afrontarán lluvias abundantes; en otras, el tiempo anticiclónico dominará, dando paso a noches frías y jornadas más estables.
Los modelos apuntan a la aproximación de una borrasca atlántica que comenzará afectando a la Península desde su sector occidental. Este sistema arrastrará varios frentes que proporcionarán un aumento notable de la nubosidad y de las precipitaciones, especialmente en Galicia y zonas próximas al Atlántico. El flujo del suroeste tendrá un papel clave en el reparto de la humedad.
Contrastes entre el Mediterráneo y Galicia
La fachada atlántica será el área más expuesta a las precipitaciones más cuantiosas. En puntos de las Rías Baixas podrían superarse ampliamente los 100 litros por metro cuadrado, e incluso llegar a doblar esa cifra en algunos escenarios. Los acumulados podrían mantener un carácter persistente durante varios días, favoreciendo crecidas locales y suelos saturados.
«Es muy probable que de aquí al viernes se registren 200 l/m2 o más en las Rías Baixas y puntos del suroeste de A Coruña», aseguran desde Meteored, donde apuntan a que «las lluvias también se intensificarán desde el miércoles, siendo localmente intensas y tormentosas».
Mientras tanto, la situación será muy distinta en el arco mediterráneo. Allí, la influencia de una dorsal subtropical reducirá la probabilidad de lluvias, manteniendo un escenario más seco. Comunidades como la Comunidad Valenciana, Murcia o buena parte de Andalucía oriental apenas registrarán precipitaciones significativas durante esta fase.
No obstante, «en puntos del Sistema Central, entorno de Sanabria y en las sierras del oeste de Andalucía podrían acabar la semana con más de 100 l/m²«, afirman desde el medio especializado.
A nivel térmico, la semana vendrá acompañada de contrastes. Aunque el ambiente será relativamente templado durante el día en muchas áreas, las noches registrarán bajadas importantes, especialmente en los valles y regiones del interior. En sectores de la Meseta norte podrían alcanzarse valores cercanos o incluso por debajo de los 0 °C.
Además, el anticiclón favorecerá la aparición de nieblas en los valles, así como heladas débiles en zonas elevadas e interiores. Los contrastes térmicos entre el día y la noche se acentuarán tras la retirada de la borrasca, dando paso a un patrón más característico del otoño avanzado.
Tras el paso de la borrasca, se espera un paulatino dominio de las altas presiones. La atmósfera se estabilizará, dejando cielos más despejados en la mayor parte del país. Este periodo anticiclónico abrirá la puerta a un ambiente tranquilo, con menos viento y un descenso generalizado de las mínimas nocturnas.