Los nuevos cables y puertos USB de color morado no son una moda estética, sino una forma de identificar una función específica: la carga rápida.
Aunque el USB se define como un conector ‘universal’, lo cierto es que existen muchos tipos y colores que pueden confundir a los usuarios. Durante años, el azul fue el color más común, asociado al estándar USB 3.0, que ofrecía mayor velocidad de transferencia. Sin embargo, con la llegada del USB Tipo C y las tecnologías de carga rápida, los fabricantes empezaron a usar nuevos colores para diferenciar sus productos.
En este contexto, el color morado se ha popularizado principalmente en los dispositivos de Huawei. Indica compatibilidad con SuperCharge, el sistema de carga rápida propio de la marca. Técnicamente, estos cables y puertos suelen corresponder al estándar USB 3.1, que puede alcanzar velocidades de transferencia de hasta 10 Gbps.
Otros colores también tienen su función: el rojo permite cargar un dispositivo incluso con el ordenador apagado, el naranja se asocia con una versión anterior de carga rápida, y el verde suele identificar la tecnología Quick Charge de Qualcomm.
Aunque estos colores ayudan a reconocer las capacidades de carga y transferencia, no forman parte de una norma oficial. Cada marca los usa según su propia estrategia, por lo que es recomendable revisar siempre las especificaciones del cable o el dispositivo antes de comprarlo.
En resumen, el USB morado combina la rapidez de transmisión del USB 3.1 con la capacidad de carga ultra rápida de los sistemas más avanzados. Su presencia es una señal de que los cables siguen evolucionando para adaptarse a las necesidades de los dispositivos modernos, incluso en una era cada vez más inalámbrica.