Siempre ha sido una rebelde con causa, una tenista con inquietudes más allá de la pista de juego. Fue de las primeras que se distinguió físicamente por los tatuajes, en su momento no tan en boga y que llamaban más la atención. En su caso eran una señal de identidad, de persona con convicciones y dispuesta a ir a su aire.
Nació en Chisinau, la capital de Moldavia, pero desde niña encontró arraigo con su familia en la Costa Brava catalana. Es de Palafrugell. Y por aquellas tierras coincidió con otra joven prometedora de la raqueta, Paula Badosa.
Ambas iniciaron sendas aventuras en el mundo del deporte bajo la etiqueta de promesas en firme del tenis. Paula Badosa ha llegado a ser la número dos mundial, sigue en la élite pese a una lesión crónica de espalda. No llegó tan arriba Aliona Bolsova, que a los 28 años ha decidido dejarlo.
«Hace mese que siento que he llegado al final de una etapa de mi vida, la de tenista profesional. He decidido hacerme el regalo de retirarme donde todo empezó, en casa, en el 125 de La Bisbal», el torneo WTA 125 gerundense, que además en 2026 será también el Open de Catalunya. «Quedan unos últimos meses de maratones en la pista», significa Aliona Bolsova.
Ocupa el puesto 234 en el ranking individual y el 129 en dobles, modalidad en la que es una especialista, condición que le permitió formar con la selección española en la Billie Jean King Cup.
Llegó a ser la número cuatro mundial en la categoría júnior, ya tuvo una etapa inicial de dejarlo todo para irse a la universidad en Estados Unidos, estudiando historia y geografía.
Su mejor momento llegó en Roland Garros 2019, donde fue la heroína del tenis español. Desde atrás de la fase previa. Del anonimato a la eclosión plantándose en octavos de final. Fue un impulso que permitió que llegara al puesto 88 de la clasificacion WTA. En dobles llegó a ser la nº 54 en 2022.
Le faltó continuidad a Bolsova, no confirmó aquel apunte parisino. Siguió peleando detrás del escenario principal, que abandonará definitivamente en la primavera de 2026. «Desde que soy una cría he estado viajando, viviendo fuera y enfocando toda mi energía hacia esta profesión. Hoy, siente la necesidad de redirigir esa energía hacia mí misma», significa.
Ya no será sólo «la tenista», como dice ella en anuncio, aunque no lo fuera nunca. Su abanico era más amplio, y lo acometerá ahora con todo. «Ansío más que nunca seguir formándome y explorar otros ámbitos de mi vida para descubrir qué otras cosas que ofrecer al mundo. Y siento que el momento es ahora». Y Aliona Bolsova nunca ha sido una persona de medias tintas. A los 28 afrontará otros retos.