Una visita secreta y nocturna al Spotify Camp Nou. Así se gestó el sorpresivo regreso de Leo Messi al estadio del FC Barcelona, la que fuera su casa durante tantos años hasta que Joan Laporta no renovó su contrato y le mostró la puerta de salida en 2021.
El astro argentino, presente en España con su selección para preparar el amistoso contra Angola, no resistió la tentación de recorrer el estadio en el que vivió sus mayores glorias durante más de dos décadas, generando una ola de nostalgia entre millones de aficionados.
«Anoche volví a un lugar que extraño con el alma. Un lugar donde fui inmensamente feliz, donde ustedes me hicieron sentir mil veces la persona más feliz del mundo. Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…», escribió Messi en las redes sociales junto a fotografías de su recorrido nocturno.
Este mensaje constituye el gesto más conciliador del rosarino hacia Barcelona desde su abrupta salida en agosto de 2021, cuando problemas económicos estructurales impidieron que el club renovara su contrato.
Aquella despedida fue traumática, marcada por una conferencia de prensa improvisada teñida de lágrimas, sin la oportunidad de jugar un último encuentro ni recibir el merecido homenaje de una afición que lo veneró durante tanto tiempo.

Messi lanza un ‘dardo’ directo a Laporta, quien durante el entrenamiento abierto que marcó el regreso al Camp Nou habló del argentino: «Sería una forma hermosa de inaugurar el estadio, con un homenaje a Leo Messi y el estadio lleno».
«Dependerá de que él quiera, pero me encantaría hacerlo si sigo como presidente», añadía Laporta el pasado viernes ante los miles de aficionados culés que regresaron al feudo azulgrana.
La presencia de Messi en territorio español responde a la concentración de la selección argentina en Alicante, donde el equipo dirigido por Lionel Scaloni completa una semana de entrenamientos previos al amistoso ante Angola programado para el viernes 14 de noviembre. El recorrido nocturno por el Camp Nou representa mucho más que un simple paseo nostálgico.
Para Messi, significa la oportunidad de reconectar con el lugar donde escribió 672 goles en 778 partidos, dominó el fútbol mundial durante una década y media, y cosechó laureles individuales y colectivos que lo consagraron como uno de los mejores jugadores de todos los tiempos.
Con el nuevo Camp Nou aproximándose a su inauguración y la apertura diplomática que representa este mensaje, las condiciones podrían estar maduras para que finalmente se materialice ese reencuentro que ambas partes parecen desear.
Aunque Messi no ha confirmado públicamente su aceptación a un eventual homenaje, sus palabras dejan entrever que la herida de aquella despedida sin ceremonial sigue siendo profunda en su corazón, y que existe disposición para cerrar ese capítulo de manera definitiva y memorable. La pregunta que surge es: ¿aceptaría hacerlo con Laporta en la presidencia?