En poco tiempo, todo puede cambiar mucho. El ejemplo de Detroit Pistons es ideal. Una franquicia que hace dos años estaba a la deriva, ganando solo 14 partidos en liga regular y sin un proyecto al que aferrarse. Cade Cunningham, el número uno del Draft en el año 2021, seguía sin encajar del todo y las críticas iban en aumento. Dos temporadas después, los Pistons lideran la Conferencia Este.
Imaginar a Detroit en lo más alto de una manera tan repentina es muy sorprendente. Han tenido el mejor arranque de curso de los últimos 20 años, escalando hasta la primera posición con un balance de ocho victorias y dos derrotas. La última victoria de esta madrugada ante los Philadelphia 76ers habla del buen nivel que tienen los Pistons para este año.

Cade Cunningham se está saliendo en Detroit / Darron Cummings
La evolución del equipo se empezó a intuir la temporada pasada. Pasaron de jugar un curso marcado por récords negativos (incluso lograron la peor racha de derrotas consecutivas de la historia de la NBA) a meterse en los playoffs después de ocho años. Cayeron en primera ronda ante unos New York Knicks que pelearían hasta el final por el anillo y lo hicieron con dignidad (4-2).
La llegada de J.B. Bickerstaff al banquillo, además de la aportación de jugadores veteranos y el paso adelante de Cunningham, transformó totalmente al equipo, que consiguió un récord positivo en la liga norteamericana. Antes, llevaban cinco campañas por debajo del 50% de victorias. Las promesas dejaron de serlo y clasificaron a los Pistons a los playoffs por tercera vez en una década.
«No me extraña vernos así. Me costaba creer que estuviésemos tan abajo. Ahora estamos donde debemos estar. Siempre hemos tenido grandes jugadores, pero esto es la NBA es dura y hemos aprendido juntos. Éramos jóvenes, pero desde dentro de la liga hemos aprendido cómo funciona», reconoció Cunningham cuando fue preguntado por el gran inicio de Detroit.
«El mejor base de la NBA»
Para sus compañeros, Cunningham es el mejor base de la NBA. Así lo aseguró Jalen Duren, jugador que va de exhibición tras exhibición, con 21 puntos y 16 rebotes ante Philadelphia 76ers. En los dos partidos anteriores, firmó otras dos actuaciones increíbles con 30 puntos y 11 rebotes (Brooklyn Nets) y 22 puntos y 22 rebotes (Utah Jazz).
«Sigo diciendo que es el mejor base de la NBA. Creo que no hay límites. Creo que si seguimos apoyando a J.B., trabajando duro, defendiendo bien y jugando en equipo… creo que no hay límites para lo que podemos lograr«, reconoció. Los Pistons van fuerte esta temporada y quieren convertirse en la gran sorpresa. De momento van por buen camino.