El Ayuntamiento de Barcelona ha intensificado en los últimos tres meses el control sobre la actividad comercial en el entorno de la Sagrada Família. Según datos municipales, desde el mes de mayo se han llevado a cabo diversas inspecciones que revelan que una de cada tres terrazas revisadas —el 31%— presenta algún tipo de incumplimiento. De las 41 terrazas inspeccionadas, 13 registraron deficiencias, como exceso de ocupación del espacio público, colocación de más mesas de las autorizadas o instalación de elementos no permitidos. En uno de los casos, la terraza fue directamente retirada por carecer de licencia y ocupar de forma significativa la acera de la calle Mallorca.
Estas inspecciones se enmarcan dentro del Pla d’Acció de l’Espai de Gran Afluència (EGA) de la Sagrada Família 2024-2027, una estrategia impulsada por el consistorio para mitigar los efectos del turismo masivo y mejorar la convivencia entre vecindario y visitantes.
A las inspecciones exteriores se sumaron también 12 revisiones del interior de locales de pública concurrencia, especialmente en la avenida Gaudí, donde todos los establecimientos examinados acumulaban infracciones.
Entre las más comunes: alteraciones de la distribución del espacio, deficiencias higiénicas, irregularidades en las instalaciones eléctricas o contra incendios, ausencia de puertas cerradas, falta de rótulos obligatorios o ausencia de seguro acorde al tipo de local y su aforo. Asimismo, 11 negocios fueron sancionados por incumplimientos en materia de paisaje urbano, como rótulos fuera de normativa, elementos arquitectónicos alterados, luces inadecuadas o instalación de alarmas visibles.
Estas inspecciones se enmarcan en el Pla d’Acció de l’Espai de Gran Afluència (EGA) 2024-2027, que busca mitigar el impacto del turismo masivo en el barrio y mejorar la convivencia. Desde mayo, el consistorio ha desplegado una serie de acciones complementarias, como el refuerzo de la Guardia Urbana y el equipo de limpieza, la instalación de papeleras de alta capacidad, el aumento de agentes cívicos y la puesta en marcha de un dispositivo social de gestión de conflictos en el espacio público.
En paralelo, se ha lanzado una campaña de civismo dirigida a turistas, con folletos en cinco idiomas que recuerdan normas básicas de convivencia: evitar bloquear aceras o portales, no consumir alcohol en la vía pública o no adquirir productos de venta ambulante. Las sanciones por comportamiento incívico pueden alcanzar los 500 euros.
También se han introducido ajustes en la movilidad del entorno: se ha trasladado la parada de taxis de Mallorca-Lepant, se prohibirá el desencotxament en Marina con señalización horizontal, y antes de septiembre se ejecutará la segregación del carril bus en ese tramo. La esquina de Provença-Sardenya se reservará en exclusiva para cuerpos policiales.
Con estas actuaciones, el Ayuntamiento avanza en la implementación del plan EGA, que contempla 37 acciones concretas y cuenta con un presupuesto de más de 15 millones de euros hasta 2027. Según datos municipales, el 65% de las medidas ya están en marcha. En septiembre, además, comenzarán las obras para transformar el tramo del carrer Marina frente a la Sagrada Família en una gran plaza de 6.200 m², con un coste previsto de 2,7 millones de euros.
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