Si estás leyendo esto, es probable que te sientas al borde de una gripa, o quizá quieras tener las herramientas para evitar enfermarte ahora que ya empezó la temporada de frío. Ya sea un cansancio pesado y persistente, un cosquilleo en la garganta o una nariz que parece un grifo abierto, la temporada de enfermedades ha llegado oficialmente.

Además de llenar tu alacena con alimentos ricos en zinc (un mineral esencial para una función inmunitaria saludable) y dormir lo suficiente, hay un par de consejos aprobadas por los expertos para protegerte de la peste invernal de gripas y resfriados.

Aquí, tres nutricionistas nos comparten sus mejores consejos naturales para evitar la gripa y mantenerse saludable en esta época de frío, desde los suplementos inteligentes hasta la salud intestinal fortificada.

6 secretos de nutrición para evitar una gripa, según expertos

1. Dar prioridad a los antioxidantes

“Algunos nutrientes favorecen el funcionamiento óptimo de las células inmunitarias, como la vitamina C”, dice Maz Packham, terapeuta nutricional de W-Wellness. “Es un potente antioxidante necesario para que los glóbulos blancos defiendan al organismo de las infecciones”.

Entre las fuentes de vitamina C que sugiere están

  • Kiwis
  • Cítricos como limones y limas
  • Bayas
  • Pimientos

2. Piensa en el color

En caso de duda, agrega a tu alimentación la mayor cantidad posible de color (natural). Frutas, verduras y plantas como la lombarda, la calabaza y el calabacín son ricas en nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario, como la vitamina C, el betacaroteno y el zinc, según explica a Vogue la nutricionista y especialista en medicina funcional Farzanah Nasser.

A ella le gusta mezclar las cosas incorporando calabaza en deliciosos panes, añadiendo tubérculos a sopas hechas con caldo de huesos y aprovechando la naturaleza antiviral del matcha.

3. No olvides la vitamina D

Los niveles bajos de vitamina D están relacionados con una mayor susceptibilidad a las infecciones, junto con un estado de ánimo bajo y fatiga, describe Packham. “Incluye pescado azul y huevos en tu dieta y considera la posibilidad de tomar un suplemento de vitamina D”, aconseja. Debido a la limitada luz solar del invierno y al hecho de que obtenemos cantidades muy pequeñas a través de nuestra alimentación, un suplemento de buena calidad puede ser una forma eficaz de aumentar los niveles.

4. Enfócate en la fibra

Para obtener mejores resultados, intenta consumir 30 g de fibra al día. “La fibra ayuda a nutrir nuestro microbioma intestinal, que entrena nuestras células inmunitarias y nos mantiene sanos”, explica Nasser. “Hasta el 80% del sistema inmunitario vive en el intestino: incluir más fibra es una forma realmente sencilla de cuidar tu inmunidad”.

Una forma muy fácil de consumir más fibra es empezar a comer semillas. La chía y la linaza son dos opciones que funcionan bien mezcladas en el yogur o espolvoreadas en la avena. Las legumbres, como los garbanzos, también son ricas fuentes de fibra. El objetivo es consumir una cantidad adecuada de fibra a lo largo del día, ya que ayuda a controlar el azúcar en sangre, a saciar el apetito y a mejorar la digestión.

5. Incluye alimentos fermentados

Los alimentos fermentados contienen microbios buenos (que se suman a los microbios ya presentes en el intestino), creando un entorno variado para que florezca un ambiente intestinal sano. “Un estudio demostró que las bacterias del ácido láctico y los metabolitos de fermentación del kimchi pueden incluso inhibir el virus de la gripe”, sugiere Nasser.