Para poder proteger las instalaciones críticas, diferentes entidades federales de Rusia han empezado una campaña de reclutamiento de reservistas. Los reiterados ataques de Ucrania contra refinerías son uno de los principales problemas de las autoridades rusas en la actualidad. La ley que permite el uso … de reservistas tanto en tiempo de guerra como de paz (Moscú a día de hoy no ha declarado oficialmente la guerra a Ucrania) fue promulgada por el presidente ruso, Vladímir Putin, el pasado 4 de noviembre. El principal objetivo de esta nueva hornada de militares será combatir y derribar los drones ucranianos que amenacen activos importantes del Estado ruso.

Durante el período que estén movilizados los reservistas se les dará un estatus de militar, es decir, con todos los beneficios relacionados como las prestaciones sociales y las remuneraciones. Se espera que los salarios oscilen entre los 400 euros para los soldados rasos y los 1.000 de los oficiales. Además les esperan otras bonificaciones por firmar que van desde los 1.900 hasta los 3.000 euros.

Ni en Moscú ni en la provincia homónima se ha llevado a cabo por ahora esta medida, pero sí en San Petersburgo y la región de Leningrado, además de otras del oeste del país como los óblasts de Kaliningrado, Smolensk, Tulskaya, Briansk, Pskov, Yaroslavl y Kursk; además de Rostov, Chuvashia y Tatarstán, también en la parte europea de Rusia; y en Tiumén y Krasnoyarsk en Siberia. En total son 19 entidades federales rusas los que han aplicado esta medida.

Tareas defensivas

El Ministerio de Defensa aseguró que estos reservistas solo serán desplazados a sus regiones de origen para tareas defensivas, sin embargo, con la ley en la mano, las autoridades sí podrían traerlos al frente. En las regiones fronterizas como Belgorod, Bryansk y Kursk, las unidades BARS (Reserva del Ejército Nacional en sus siglas en ruso) se establecieron en 2024. En aquel momento dependían de las autoridades locales y protegían infraestructura estratégica. Incluso en 2023 ya hubo iniciativas similares con civiles y destacó entonces que algunos de estos grupos estaban compuestos mayoritariamente por mujeres.

Las unidades BARS dependían de las autoridades locales y desempeñaban funciones similares de protección de instalaciones e infraestructuras estratégicas. En Briansk y Kursk está previsto que se creen más unidades similares a las ya existentes. En esta parte de Rusia, la más cercana al frente, los equipos de reservistas se prevé que, además de defender la zona de drones, también se ocuparán de impedir las actividades de los grupos de sabotaje enemigos, participar en la evacuación de civiles si es necesario y apoyar en operaciones antiterroristas.

En esta zona es especialmente importante contar con personal militar para evitar que se repita lo que sucedió en Kursk, que fue parcialmente ocupada por el Ejército ucraniano y voluntarios rusos anti-Putin desde agosto de 2024 hasta marzo de este mismo 2025.

En Tatarstán, a finales de octubre se abrió el reclutamiento de reservistas para la protección de las instalaciones petrolíferas en Kazán y Nizhnekamsk. En Bashkortostán los reservistas protegerán centrales energéticas y fábricas petroquímicas. En los últimos tramos de la guerra los drones se han convertido en una parte vital de la ofensiva y Kiev ha golpeado numerosas veces contra bases militares e infraestructura energética. Aunque la mayor operación fue la apodada ‘Telaraña’ que consiguió golpear simultáneamente en diferentes puntos del país alejados del frente, el mayor dolor de cabeza de las autoridades rusas son los ataques contra refinerías de petróleo, que han provocado que el país con las segundas mayores reservas de ‘oro negro’ del planeta tenga que importar combustible de otros países y mezclar gasolina con etanol y otros productos para aumentar su octanaje.