El cierre de la primera jornada de las ATP Finals 2025 dejó una mezcla de espectáculo, tensión y preocupación. Mientras Jannik Sinner celebraba una victoria sólida ante Félix Auger-Aliassime, las cámaras captaban el gesto contrariado del canadiense, que abandonaba la pista del Inalpi Arena con molestias físicas. Su posible baja ha abierto un interrogante clave: ¿qué ocurre si un jugador se retira del torneo una vez empezado?
El sistema del campeonato está diseñado para evitar cualquier vacío competitivo. Las ATP Finals, al reunir solo a los ocho mejores jugadores de la temporada, no se pueden permitir desajustes en su calendario ni en el formato de grupos. Por eso, cada año, la organización nombra a dos suplentes oficiales que viajan a Turín preparados para competir en caso de que alguno de los titulares no pueda continuar. Este 2025, los designados son Alexander Bublik (primer suplente) y Casper Ruud (segundo).

Bublik, en el entrenamiento con Alcaraz.Joan Solsona
Un torneo con reemplazos garantizados
Si Auger-Aliassime no puede seguir, Bublik sería automáticamente convocado para ocupar su lugar en el grupo donde también están Sinner, Zverev y Shelton. Sin embargo, hay una aclaración importante, los resultados del jugador retirado no se borran. Los partidos que haya disputado se mantienen en el registro del grupo, y el suplente solo disputa los encuentros restantes. Esto implica que, aunque Bublik entre con el torneo ya empezado, podría optar a clasificarse para semifinales si logra ganar los partidos que le correspondan.
Más allá del aspecto deportivo, ser suplente en las ATP Finals es un negocio que pocos rechazarían. Solo por desplazarse a Turín, entrenar y estar disponible, los jugadores reservas reciben unos 130.000 euros. Se trata de una compensación por su tiempo, preparación y permanencia durante toda la semana.
Si llegan a disputar un partido, la cifra sube hasta 140.000 euros, y si juegan dos encuentros, pueden alcanzar los 215.000 euros. Todo esto sin contar los 345.000 euros que se embolsa cada jugador por cada victoria en la fase de grupos. En otras palabras, si Bublik entrara y ganara dos partidos, podría llevarse cerca de un millón de euros entre honorarios y premios. Un incentivo enorme para un jugador que, aunque viaja como reserva, sabe que la puerta de la competición puede abrirse en cualquier momento.