En la Universidad de Málaga hay 268 catedráticos investigando y dando clases. Pero apenas el pico de esa cifra, 67, son mujeres. Un 20% del … total, según los últimos datos oficiales de 2022. Números que evidencian una realidad: las condiciones de acceso a la carrera universitaria han cambiado hoy día, pero el camino de la igualdad arrastra la inercia del pasado y queda todavía un largo trecho por recorrer. Esto lo cuenta la catedrática de Derecho Romano Belén Malavé en un documental que ha reunido a veinte investigadoras de diferentes departamentos de la UMA para contar sus experiencias. Con la complicidad de un café y alrededor de una mesa, donde las confidencias y experiencias de cada una componen un retrato cercano de las dificultades y también las alegrías, las sombras y luces de la universidad. Una producción que, bajo el título de ‘Las catedráticas de la UMA: Más de cincuenta años de huella académica (1972-2024)’, se estrena este martes (16,30 horas) en el II Congreso Internacional Pasado, Presente y Futuro de los Derechos y No Derechos de la Mujer, que se celebra en Málaga. Un testimonio colectivo en primera persona de cómo ser catedrática y no morir en el intento de aspirar a la excelencia académica.

Las investigadores en las escenas grabadas en El Balneario, entre las que figura Belén Corpas (tercera por la derecha).

Las investigadores en las escenas grabadas en El Balneario, entre las que figura Belén Corpas (tercera por la derecha).

SUR

Dirigido por Luis Corpas al frente de un grupo de egresados de Ciencias de la Comunicación, este documental surge del propio ámbito académico al poner en imágenes los resultados de dos Proyectos de Investigación vinculados al área de Historia del Derecho y de las instituciones de la UMA, dirigidos por las profesoras Patricia Zambrana y Marina Rojo, que también han producido el filme. «Si no llega a cambiar el sistema a una oposición nacional yo no sería catedrática a día de hoy porque en el departamento en su momento no quisieron sacarme la plaza y me dijeron que me faltaban diez años», explica a SUR Gloria Corpas, catedrática de Traducción e Interpretación y directora del Instituto Universitario de Investigación de Tecnologías Lingüísticas Multilingües, que expone las trabas que superó por ser joven y mujer.

«Para las mujeres de mi generación no ha sido fácil porque todavía se veía con recelo que quisieras ser catedrática para seguir investigando»

Belén Corpas

Catedrática de Traducción e Interpretación

En el completo retrato que ofrece el documental entre catedráticas ya jubiladas e investigadoras recién nombradas, Corpas ocupa una posición intermedia. «Para las mujeres de mi generación no ha sido fácil porque todavía se veía con recelo que quisieras ser catedrática para seguir investigando. Te decían: ‘Con llegar a titular y dedicarte a tu familia tienes bastante, no luches por la cátedra y déjala para los hombres’», señala la docente que además pone el acento en que no solo había que vencer los obstáculos académicos, sino también los sociales. «Suscitaba rechazo que una mujer aspirara a la cátedra porque entonces se le consideraba muy ambiciosa y menos femenina, y lo peor es que muchas mujeres también interiorizaron ese discurso machista», sostiene la investigadora, a la que esa proporción del 20% de catedráticas de la plantilla total de la UMA da la razón.

El dilema de los hijos

Gloria Corpas lleva el debate a uno de los temas que se trata ampliamente en el documental: la maternidad. «Me he encontrado con compañeras que aseguraban que no tenían hijos por su carrera académica, como si tuvieras que elegir entre tu trabajo y tu desarrollo integral como persona», se lamenta Gloria Corpas que fue madre de una niña en una época en la que además el permiso de natalidad era menor al actual. «No había conciliación familiar alguna, y además se producían abusos importantes ya que si tenías el contrato de ayudante o becaria, dabas el doble de horas de clases porque no había protección», denuncia la catedrática que se felicita de que esta situación haya cambiado hoy día por completo.

«Ahora se está viendo el fruto de las que fuimos inconformistas, aunque las de mi generación siento que estamos olvidadas», considera la especialista de Traducción e Interpretación que constata que en estos momentos hay apoyo desde los «distintos gobiernos independientemente del signo que sea», aunque el ámbito universitario es un «estamento muy anquilosado, con métodos medievales y latifundistas que necesita un cambio de estructura». Por ello sostiene que, más allá de las políticas de paridad o discriminación positiva que han sido necesarias, para llegar al 50% de catedráticas «lo que tiene que haber es libertad para elegir lo que uno quiera» independientemente del género. Algo que costará todavía conseguir, pero que está en camino viendo a las nuevas generaciones. «En los jóvenes estas cosas no se plantean y compiten en igualdad», asegura la docente que pone como ejemplo los equipos de investigación en los que trabaja, donde la «mayoría siempre son mujeres».

Las catedráticas reflexionan sobre la igualdad, la discriminación, el poder y la maternidad en el documental

Junto a Corpas y Malavé, el documental pone ante la cámara a otras 18 catedráticas entre las que se encuentran desde veteranas como Mercedes Vico a la que a día de hoy sigue siendo la única rectora que ha tenido la UMA, Adelaida de la Calle, pasando por Ana Cañizares, María Valpuesta, María Dolores Ramos, María Isabel Lucena, Guadalupe Fernández Ariza, Mercedes Siles, Lidia Fuentes, Isabel Hombrados, Francisca Rius, Zaida Díaz Cabiale, Ana Rosa del Águila, Isabel Barbancho, Cristina Quintana, Isabel González Ríos, Encarnación Postigo y María Bella Palomo.

La Facultad de Derecho también sirve de escenario al encuentro de las docentes e investigadoras.

La Facultad de Derecho también sirve de escenario al encuentro de las docentes e investigadoras.

SUR

Todas ellas se reúnen en torno a una mesa redonda -más bien rectangular-, repartidas entre tres escenarios (El Balneario de los Baños del Carmen, la terraza con vistas a la Alcazaba de la Cofradía del Sepulcro y la Facultad de Derecho) para compartir experiencias, recuerdos y análisis de la situación. «Alrededor del café, ellas van hablando, se interrumpen y hacen chistes, un ambiente informal que permite descubrir el perfil más humano de las protagonistas», explica el director Luis Corpas, que trabaja actualmente en Atresmedia y que con este documental debuta en el formato de largometraje. El cineasta también se ha encargado de la música y del montaje, con una edición que viaja entre las diferentes conversaciones y que reduce a dos horas las seis de grabación.

Al rodaje le pasó de todo. Desde la última dana de Málaga que obligó a suspender la grabación al borrado de parte del montaje ya editado

Al rodaje también le pasó de todo. Desde la última dana que vivió Málaga y que obligó a suspender el rodaje en Alcazabilla horas antes de que comenzara la filmación hasta el borrado en enero pasado de buena parte del montaje ya editado. Obstáculos salvados de un documental que también habla precisamente de eso, de superar problemas. «Me llamó la atención la diferencia de la experiencia entre las más veteranas y las más jóvenes, aunque todas compartían todavía cierta duda al ejercer el poder. De hecho, ellas mismas cuentan que se hacen esa pregunta porque son mujeres, pero que si fueran catedráticos nadie se plantearía quién ejerce el poder».