Redacción. Umivale Activa, mutua colaboradora con la Seguridad Social, y Proyecto Hombre Valencia han puesto en marcha una campaña informativa y de concienciación dirigida a derribar los mitos y falsas creencias que persisten sobre el consumo de alcohol.
Según destacan desde la mutua, el alcohol, considerado como una de las sustancias psicoactivas de mayor impacto nocivo, está vinculado a más de 60 patologías que dañan gravemente el corazón, el cerebro, el hígado, el páncreas y los sistemas gastrointestinal, muscular y óseo.
Asimismo, su ingesta se asocia a un riesgo elevado de padecer cáncer de hígado, colon, mama, cavidad oral y recto.
En el ámbito profesional, el consumo de alcohol y otras drogas constituye uno de los principales factores de riesgo en la siniestralidad laboral, estando presente en entre un 15 % y un 30 % de los accidentes de trabajo.
Además, según datos del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, el 80 % de quienes sufren problemas con el alcohol son personas trabajadoras.
Esta iniciativa, lanzada con motivo de la celebración del en el marco del Día Mundial sin Alcohol, se presenta en formato audiovisual y se puede visualizar también como contenido interactivo, pudiendo contestar preguntas respecto al contenido visionado, ayudando así a afianzar conocimientos.
Con esta colaboración, Umivale Activa y Proyecto Hombre Valencia reafirman su compromiso con el fomento de entornos laborales más seguros y saludables, posicionando la prevención como el instrumento más efectivo para combatir las adicciones.
Falsos mitos del consumo de alcohol
1. Mito: El consumo de alcohol es beneficioso.
Realidad: Cualquier consumo puede implicar un riesgo. Lo más beneficioso es no consumir alcohol. El alcohol o las bebidas alcohólicas contienen etanol, una sustancia psicoactiva y tóxica que puede causar dependencia.
El consumo de alcohol, incluso en niveles bajos, conlleva riesgos para la salud; la mayoría de los daños relacionados con el alcohol provienen de un consumo excesivo de alcohol, ya sea episódico o continuo.
2. Mito: El alcohol facilita las relaciones sexuales.
Realidad: Al contrario, el consumo de alcohol puede dificultar y hasta impedir mantener las relaciones sexuales plenas. Además, puede llevar a mantener relaciones de riesgo.
3. Mito: El alcohol es bueno para el corazón.
Realidad: Los estudios ponen de manifiesto que incluso pequeñas cantidades de alcohol pueden hacer que aumente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, tales como: enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, cardiopatía hipertensiva, fibrilación auricular y aneurisma. Hasta la fecha no se ha encontrado ninguna correlación fiable entre el consumo moderado de alcohol y un menor riesgo de enfermedades cardiacas.
4. Mito: Algunas bebidas alcohólicas son mejores que otras.
Realidad: Los estudios científicos muestran que no hay diferencias entre los distintos tipos de bebidas alcohólicas. Por lo tanto, no se puede recomendar ninguna de ellas.
5. Mito: Beber alcohol solo los fines de semana no produce daños en el organismo.
Realidad: El consumo de alcohol siempre produce daño. Hay patrones de consumo más dañinos relacionados con la cantidad -a mayor cantidad, mayor daño- y la intensidad -misma cantidad consumida en menos tiempo, mayor daño-. El consumo de fin de semana, produce daños; si, además, es en cantidad y de atracón, mayor daño.
6. Mito: El alcohol ayuda a salir de las horas bajas, a superar el cansancio y a estar más animado y en forma.
Realidad: El consumo abusivo de alcohol hace perder el control sobre las emociones y sentimientos. Tras una breve sensación de bienestar, si se está triste o deprimido, esta situación se agudiza. Asimismo, se produce una mayor fatiga física y más sueño; también se pierde fuerza y coordinación.
7. Mito: El consumo de alcohol hace entrar en calor y combate el frío.
Realidad: El alcohol produce una sensación momentánea de calor al dilatar los vasos sanguíneos y dirigir la sangre hacia la superficie de la piel, pero en poco tiempo la temperatura interior del cuerpo disminuye y se siente más frío.
Por eso, en situaciones de embriaguez hay que abrigar y proporcionar calor a la persona y nunca intentar espabilarla con duchas frías.
8. Mito: El alcohol es un alimento.
Realidad: El alcohol engorda, pero no alimenta. Aumenta la producción de grasa en el organismo.
Su consumo incrementa el riesgo de numerosas enfermedades, hepáticas, cardiacas, diferentes tipos de cáncer, así como depresión y ansiedad, entre otras, incluyendo el riesgo del alcoholismo.