Ni un catarro mal curado, ni una bronquitis grave… La neumonía es una infección que compromete la función natural de los pulmones pero que poco … tiene que ver, más allá de una sintomatología común, con las otras dos. El doctor Francisco Sanz, del área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácida (SEPAR), aclara las dudas en torno a esta enfermedad, que hoy celebra su día mundial, y que en solemos confundir con un ‘trancazo’ que no se pasa, por lo que a menudo nos lleva al médico cuando ya ha evolucionado más de lo recomendable.
Es una infección en el pulmón que afecta, por lo general, a los alveolos, la zona donde se produce el intercambio de gases (aire inspirado / aire espirado). Al llenarse el alveolo de líquido se compromete el intercambio de oxígeno.
Aunque los síntomas y la auscultación son fiables, es recomendable hacer una radiografía. Al haber líquido dentro del alveolo, en la radiografía se verá una zona blanquecina. Lo normal es que ocupe un segmento o un lóbulo.
Los menores de 5 años y las personas mayores de 70 años son la población diana donde la incidencia es mayor, pero se puede padecer a cualquier edad.
Cuando la provoca un virus…
¿Qué virus?
No existe un ‘virus de la neumonía, sino que casi cualquier virus puede provocarla. Por ejemplo, el de la gripe produce, a veces, bronquitis pero también neumonía.
Síntomas
El desarrollo de una neumonía por virus es más rápido que por bacteria. En un periodo de entre 2 y 5 días aparecen los síntomas, que pueden ser leves: tos, moco, dolor de garganta, dificultad para respirar, dolor de cabeza, goteo nasal, fiebre o febrícula…
El tratamiento
Hidratación y compuestos antigripales. Los antibióticos no funcionan contra los virus ni acortan el tiempo de la enfermedad. Además, no es conveniente tomarlos cuando el origen es vírico porque se genera resistencia a los antibióticos. Si se ha desarrollado una neumonía es conveniente iniciar tratamiento con los antivirales disponibles cuando la causa sea por el virus de la gripe o debida al COVID-19.
¿Cuánto tiempo estaré enfermo?
El periodo más grave comprende de 3 a 5 días y en una semana o 10 días como máximo nos encontraremos bien, aunque pueda quedar una tos residual.
Se incrementa el riesgo…
Lo que para algunas personas son cuatro toses y dos estornudos se complica en otros, sobre todo si esa persona tiene las defensas alteradas (insuficiencia cardiaca, insuficiencia respiratoria…).
Dónde se localiza
Cuando la neumonía la origina un virus suele estar más diseminada y afecta a los dos pulmones.
La bacteria
El microorganismo que la causa con más frecuencia es el neumococo, que tiene más de cien formas diferentes. Se trata de un microorganismo que no se ve a simple vista y que suele vivir en la nasofaringe de los niños. No está en el aire, como los virus, de modo que cuando el origen es una bacteria no se ‘contagia’, sino que la inoculación es física: los niños comparten secreciones, tocan los juguetes que luego toca otro… De este modo, también se puede transmitir a los adultos.
No siempre nos enferma
Los más frecuente es que el organismo elimine esta bacteria, ya que en la nariz hay muchos mecanismos de defensa inmune. Pero, en ocasiones, progresa hacia los alveolos produciendo la neumonía. En la auscultación, se escucha lo que se denominan crepitantes.
El tratamiento
Se cura con antibióticos
Dónde se localiza
Suelen ser más localizadas en una zona del pulmón que cuando se trata de un virus.
Alerta de gravedad
Esta enfermedad no suele presentar complicaciones, pero un signo de alerta sería la insuficiencia respiratoria o el derrame en la pleura, que necesitaría drenaje. Cuando se sospecha que puede haber derrame es aconsejable hacer una segunda radiografía para confirmarlo.
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Físicamente
Si el paciente evoluciona de forma favorable, en tres días suele bajar la fiebre. Pasados de 7 a 10 días estaría fuera de peligro.
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En la radiografía:
Radiológicamente, la neumonía empieza a mejorar en un periodo de 4 a 6 semanas, aunque la persona se siente bien muchísimo antes. La infección se elimina rápido, pero el daño y la limpieza del órgano tardan en repararse.
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¿Cómo sé que estoy curado?
Normalmente no hace falta hacer una radiografía en los casos leves para comprobar que se ha curado, ya que los datos favorables de oxigenación, frecuencia cardiaca y temperatura son indicadores fiables.
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¿Deja secuelas?
No, la neumonía es un episodio que se cierra. La enfermedad se cura y el pulmón se recupera totalmente.
Cómo distinguir la neumonía de la bronquitis
Pese a que comparten muchos síntomas, neumonía y bronquitis son procesos bien distintos. «La bronquitis es una inflamación del pulmón pero no produce infiltración de líquido inflamatorio, de manera que no compromete los alveolos», explica el doctor Francisco Sanz, de la SEPAR. La bronquitis aguda es una enfermedad común, «pero no es tan grave como la neumonía», explica. De hecho, con bronquitis no hay –como sí sucede cuando se trata de neumonía– «dolor torácico, dificultad para respirar y fiebre que persiste cinco días o más».