Desde hace más de un año, Sofía Suescun rompió su relación con su madre, Maite Galdeano. La bautizada como “La elegida de Dios” tuvo que abandonar la casa de la ‘influencer’ y empezar una nueva vida, que ha incluido acudir a platós y hablar mal tanto de su hija como de su yerno.

Sofía Suescun, en ‘Socialité’
Telecinco
El pasado fin de semana, Galdeano volvió a la carga en sus redes sociales, publicando una imagen de Sofía y asegurando que parecía endemoniada. Aunque después justificó que se trataba de una broma, continuó atacando y desvelando supuestos secretos tanto de Kiko Jiménez como de su hija. En uno de los vídeos, incluso llegó a hablar negativamente del físico de Sofía Suescun: «Qué cuerpo escombro se le ha puesto, unos brazos de gorda, una cara horrible… ¡Anda ya, pringada!».
Un vídeo que ha valorado Claudia Nicolasa, psicóloga y creadora de contenido en redes sociales: «Esto es de las cosas que más puede destruir a alguien a nivel psicológico: que la persona que más debería aceptarte incondicionalmente, que más debería valorarte, sea justamente la que te juzga, la que te compara e incluso te menosprecia. Que la persona que debería ser tu refugio, tu lugar seguro, se convierta en tu fuente de ansiedad, de malestar, de amenaza»

Maite Galdeano, en ‘¡De viernes!’
Captura Telecinco
Lee también
«Como tu madre te trata tiene un impacto directo en tu autoestima y en tu forma de sentirte ante el mundo, porque el niño se conoce a sí mismo a través de la mirada de la madre. Con esa mirada construyes tu identidad, tu estructura, tu sistema nervioso: los cimientos de tu casa interior. Cuando esos cimientos no están bien construidos, todo puede volverse muy frágil», explicó a sus seguidores.
Por todo este análisis, la propia psicóloga justifica que una hija tenga que apartarse de su madre: «Afortunadamente, hay mucho que se puede sanar, pero en ocasiones requiere tomar una de las decisiones más complicadas a las que una persona puede enfrentarse: renunciar a esa figura que tanto quieres, que tanto querrías que te quisiera, pero que tanto daño te hace«.