Cellnex intentó este martes cortar la caída de su acción generada por la presentación de sus cuentas trimestrales el pasado jueves. La torrera subió un 0,08% y pone fin a dos días de recortes en los que se ha dejado un 5% penalizado por las dudas del mercado sobre su papel en el actual proceso de concentración del sector de las telecomunicaciones en Europa y en la acogida de su plan de retribución al inversor con cargo al ejercicio 2026.

La empresa anunció que repartirá entre sus accionistas 1.000 millones de euros con cargo a las cuentas del próximo año, repartidos a partes iguales entre dividendo y recompras, lo que implica una remuneración del 5,4% en los próximos 12 meses. Cuantía superior a los 800 millones avanzados el pasado mes de enero, cuando anunció que serían íntegramente en recompras, con el objetivo de amortizarlas más tarde. En un informe titulado ‘Claves del tercer trimestre: cuando lo bueno no es lo suficientemente bueno’, los analistas de UBS creen que detrás de las caídas en Bolsa registradas el viernes y el lunes están estos planes retribución: creen que el dividendo anunciado “podría haber resultado decepcionante” y considerarse como “un ancla de valoración”.

De esta forma, se preguntan si un dividendo más alto “habría brindado más apoyo a las acciones tanto en términos de un rendimiento explícito como de un punto de entrada implícito para nuevas clases de inversores”, entre los que estarían fondos especializados en el sector inmobiliario. El banco suizo comenta que “la ausencia de noticias realmente positivas, incluyendo los mensajes sobre los dividendos previstos para el próximo año, podría haber llevado a los inversores a vender o ponerse cortos” en un momento en el que se considera que Cellnex saldría “perdiendo ante una posible fusión o adquisición” en el sector. Algo que ya se vislumbra en Francia, el mayor mercado de Cellnex, donde un consorcio de competidores ha presentado una oferta por SFR.

Los expertos de Citi comentan que aunque la dirección de Cellnex “continúa destacando el impacto limitado de las posibles fusiones y adquisiciones”, “el enfoque a corto plazo sigue siendo la consolidación de los operadores de redes móviles” en un momento en el que el buen desempeño de la compañía no se está reflejando en la evolución de la acción y está “generando frustración entre los inversores”.

La torrera anunció en octubre la venta de su negocio de centros de datos en Francia, Towerlink France, a Vauban Infra Fibre (VIF) por 391 millones de euros, y está estudiando ofertas por su negocio en Suiza, que estarían por debajo del objetivo marcado por la empresa. “Creemos que Cellnex se encuentra actualmente en una situación en la que es poco probable que nuevas desinversiones marquen una diferencia material en la evolución de su acción y los inversores a largo plazo han apreciado la exposición al mercado suizo a pesar de su menor crecimiento”, apuntan en UBS. En el banco suizo añaden que las bajas valoraciones ofrecidas por este activo “es una muestra de la tendencia general a la baja de los múltiplos en el sector de torres de telecomunicaciones”.

En Deutsche Bank confían en que el inicio del dividendo ordinario sea un catalizador positivo para la empresa, después de que en el tercer trimestre anunciara un ebitda por encima de lo esperado y reiterara las previsiones, aunque sus ingresos estuvieron ligeramente por debajo de lo previsto. Entre las firmas que se mantienen neutrales sobre la empresa se coloca Goldman Sachs, que en un informe publicado en septiembre aseguró que la “consolidación del sector móvil probablemente no alterará de forma significativa sus perspectivas de crecimiento ni de rentabilidad” de las torreras como Cellnex o INWIT.

En un momento en el que el Ibex renueva sus máximos históricos al calor del fin del cierre del gobierno estadounidense y avanza más del 40% en el año, Cellnex se encuentra en el furgón de cola del selectivo por rentabilidad. En lo que va de 2025 la torrera se deja un 14%, solo superada por el 18% que pierde Puig. Una situación que, en eToro apuntan a que se debe a que desde 2022 la empresa está inmersa en una tendencia bajista bien definida, que le podría llevar a caer hasta los 20 euros por acción. En cambio, “solo una recuperación sostenida por encima de los 30 euros devolvería señales de giro real” al valor.

Pese a la fuerte caída en Bolsa, los expertos siguen mostrando su apoyo a Cellnex, pese a que firmas como JP Morgan inciden en que está moderando su crecimiento. El 75,8% de las firmas de análisis mantienen un consejo de compra sobre el valor y solo dos consideran que ha llegado el momento de vender sus títulos. Y aunque el precio objetivo del consenso de firmas se sitúa muy por encima de su cotización (40,6 euros por acción), dos de las casas que siguen al valor han optado por recortar su valoración tras la presentación de sus cuentas: Alantra la ha reducido en un 11,2%, hasta los 38 euros por título —manteniendo su consejo de compra— y BNP Paribas, en un 5,5%, hasta 25,5 euros, y deja intacto su consejo de rendimiento inferior al mercado.