El Barça volverá de la gira asiática con mucha rumorología de ofertas en cuanto a posibles ventas y con la casi certeza de que se podrá inscribir a los fichajes realizados este verano y las renovaciones pactadas. El club blaugrana tiene claro que la actual plantilla da para competir, pero no cierra la puerta a nada. Y, sobre todo, la dirección deportiva sabe ya de primera mano que ningún jugador de la primera plantilla quiere salir, ni parece dispuesto a escuchar ofertas, lo que puede bloquear absolutamente lo que queda de mercado. Nadie quiere salir a pesar de saber que pueden tener un papel testimonial en el nuevo proyecto y el Barça no forzará ninguna salida más allá de las previstas.

En el club blaugrana sí tenían claro que habría ruido entorno a ciertos jugadores, ya que han recibido interés por Fermín, por Casadó y por Christensen, a priori tres futbolistas que no parten como claros titulares. Y el Barça solo estará dispuesto a abrir las puertas a alguno de ellos si la oferta económica hacia el club es muy alta y son los propios futbolistas los que dan el paso a querer negociar ante la falta de oportunidades o por recibir ofertas económicas muy superiores a lo que perciben en el club blaugrana.

Por el momento, el Barça tiene claro que ni Casadó, ni Fermín, ni Christensen, en estos momentos, están abiertos a escuchar nada de nada. El primero ya lo ha dejado claro internamente y desea seguir esperando tener oportunidades. Si no juega nada de aquí al mes de enero, el escenario en este caso podría variar. Con Fermín, el panorama es distinto. Hay un interés muy grande del Manchester United, pero el futbolista desea seguir y no habrá nada que decir porque Hansi Flick cuenta claramente con él en las rotaciones. Le va a utilizar. El caso de Christensen es complejo porque acaba contrato en junio y no se le renovará, por lo que va a salir libre. El club blaugrana prefería ingresar alguna cantidad por él, pero todo indica que será imposible, así que Flick contará con él. El cuerpo técnico aprecia su juego aunque hay un claro overbooking en la posición de central.

Si nada cambia en las próximas semanas, la plantilla estará prácticamente cerrada porque el Barça necesita ingresos para poder fichar. Eso es lo que está ahora encima de la mesa y tanto la dirección deportiva como Flick lo tienen asumido. Pese a todo, en el Barça creen que se pueden dar movimientos de última hora y que Hansi Flick también aclarará mucho las cosas en las primeras alineaciones oficiales de la temporada. No pueden jugar todos por lo que será claro con sus futbolistas.

Deco sí que va agilizar esta próxima semana la salida de Oriol Romeu, que se ha quedado en Barcelona entrenándose en solitario. Se negociará una rescisión del año de contrato que le queda por delante y el club blaugrana deberá aportar alguna cantidad para que el centrocampista pueda compensar su marcha hacia otro equipo. Es el mismo caso de Iñaki Peña, aunque el Barça no soltará al portero hasta que se aclare todo el tema de las inscripciones. El otro que saldrá es Héctor Fort, ya que no va a tener minutos como lateral diestro. La prioridad es una venta de unos 5 millones por el cincuenta por ciento y el Mallorca estaría en la liza para conseguirlo.

Internamente, la directiva sí que era partidaria de intentar explorar alguna venta con fuerte ingreso ya que solventaría de un plumazo todos los problemas de inscripción a lo largo de la temporada. Se acabarían los debates. Además, consideran que hay algunos jugadores que perderán valor si finalmente no tienen minutos, por lo que traspasarles ahora generaría un mayor beneficio. En todo caso, priorizan la calma dentro del vestuario y si nadie da el paso, no habrá gran venta. Todo por ahora queda bloqueado a expensas de que en la última semana de mercado pueda llegar alguna propuesta muy importante.