Turín, Italia
CNN
—
¿Qué sucede cuando una fuerza imparable se encuentra con un objeto inamovible?
Ambos son igualmente poderosos, considerados indestructibles, y cuando se encuentran, las leyes de la física se ponen a prueba hasta sus límites.
Durante dos años, Jannik Sinner y Carlos Alcaraz han sido las figuras dominantes del tenis, redefiniendo los límites del juego, repartiéndose los Grand Slams y reescribiendo los libros de récords.
Resulta apropiado, entonces, que en un año de detalles cruciales, encuentros emocionantes y un atletismo impresionante, la apasionante historia de “Sincaraz” llegue a su fin con un último capítulo.
¿El escenario? Turín. ¿El torneo? Las Nitto ATP Finals. ¿El premio? Ser coronado número uno del mundo a final de año.
No podría haber más en juego.
Al igual que en 2024, el dúo arrasó con los cuatro títulos de Grand Slam en 2025, con cada encuentro siendo más apasionante que el anterior.
Tras la defensa del título de Sinner en el Abierto de Australia en enero —su último torneo antes de cumplir una suspensión por dar positivo en dos controles antidopaje—, lo que siguió fue una trilogía de finales épicas.
En un Roland Garros para la historia, Alcaraz se alzó con la victoria; un mes después, el italiano demostró una notable capacidad de recuperación para conquistar su primer Wimbledon, antes de que el español ofreciera una exhibición deslumbrante para asegurar su segundo US Open.

Diez títulos de Grand Slam suman entre ambos —seis para Alcaraz y cuatro para Sinner—, dejando al resto del circuito muy rezagado.
Con tan solo 22 y 24 años, respectivamente, y con un margen de mejora aún impresionante, su rivalidad parece estar destinada a perdurar.
¿Pero es así como lo ven ellos?
“Creo que la palabra ‘rivalidad’ adquiere un significado profesional en el ámbito del tenis”, dijo Alcaraz a CNN Sports. “En la cancha, buscamos las debilidades del otro, pero cuando nos damos la mano y estamos fuera de ella, somos completamente diferentes”.
“A veces, nos olvidábamos de la rivalidad que teníamos en el circuito y nos convertíamos en personas, y eso es lo que significa la palabra rivalidad”.

Esa humildad, respeto y admiración mutua, tanto dentro como fuera de la cancha, ha estado presente desde su primer encuentro en la adolescencia, durante el debut profesional de Alcaraz en 2019.
Si bien sus duelos en la cancha —caracterizados por intercambios espectaculares y golpes potentes— han mantenido al público al borde de sus asientos, fuera de ella su creciente amistad ha cautivado igualmente a aficionados de todo el mundo.
La semana pasada, ambos saltaron a la cancha para una sesión de entrenamiento previa al cuadro principal, que atrajo a miles de espectadores a la transmisión en vivo del torneo.
Poco después, publicaron una selfie tras el entrenamiento, que generó gran repercusión en las redes sociales.
“Cuando entrenas en conjunto, cuando te ves en los vestuarios, es natural que te conozcas cada vez mejor”, dijo Sinner sobre su creciente amistad.
“Hablas de la familia y de la vida en general, y también compartes cosas personales. No creo que haya cambiado. Simplemente se ha vuelto mejor porque nos conocemos mejor”.
“Dije en verano que lo veo más que a mi madre… Nunca me canso de verlo”, bromea Alcaraz.
Al menos esta semana, esa amistad tendrá que quedar en segundo plano, ya que ambos compiten por el título de fin de temporada y el honor de terminar 2025 como el mejor jugador del circuito.
Sinner se llevó la palma el año pasado —consiguiendo ambos títulos en un sensacional 2024—, pero esta vez la ventaja es para Alcaraz.
El español —que terminó como número uno en 2022— actualmente tiene una ligera ventaja sobre su rival en la clasificación.
Sabe que llegar a la final con al menos una victoria en la fase de grupos o ganar todos sus partidos de esta fase le garantizará ese premio por segunda vez.
El español está firmemente encaminado a lograrlo, tras haber derrotado al australiano Alex de Minaur el domingo en su primer partido del torneo.

Alzar el título en Turín les depararía a ambos emociones muy distintas.
Para Alcaraz, un primer trofeo de las Nitto ATP Finals coronaría el que considera su mejor año hasta la fecha, tras haber conquistado ocho títulos solo esta temporada.
El español comenzó esa gesta el domingo con una victoria sobre el australiano Alex de Minaur en su encuentro de la fase de grupos.
“No puedo ocultar los resultados. Es mi mejor año hasta ahora, sin duda alguna, en cuanto a nivel y regularidad”, reconoce.
“He madurado mucho desde el año pasado, he aprendido a comprender ciertas situaciones, a darme cuenta de lo que tengo que hacer para conocerme aún mejor y de lo que necesito fuera de la pista.
“Creo que es una situación general, tanto dentro como fuera de la pista, lo que ha hecho de este mi mejor año”.
Sinner, por su parte, llega a Turín con una racha de victorias impresionante en pista cubierta, tras haber derrotado recientemente al canadiense Félix Auger-Aliassime para conquistar su primer título del Masters de París.
Si bien su potente y preciso golpeo de bola, junto con su dominio en pista cubierta, lo convierten en el gran favorito para recuperar sus respectivos campeonatos, el italiano es consciente de la amenaza que representa su rival más cercano y de la presión por volver a brillar ante su público.

“Sin duda, existe una motivación extra y cierta presión, así que es un privilegio estar en esta posición”, afirma.
“Es fantástico terminar el año con una victoria y con un trofeo increíble, pero tampoco hay que olvidar cómo transcurrió la temporada y todo lo que hemos logrado juntos durante estos dos años. Ha sido, una vez más, un gran año”.
Entonces, ¿dónde, si es que hay alguna manera, se obtendrá una ventaja?
Quizás, el arma secreta sea la última declaración de intenciones de Alcaraz: un elegante corte de pelo bicolor.
Con un aspecto de héroe de cómic, capaz de respaldar sus habilidades con creces, el cabello del español va por su tercera versión desde que su primer corte rapado causó sensación en el US Open.
Desde entonces, ha evolucionado a un rubio platino y ahora luce colores que, como señaló Sinner, recuerdan a la Juventus, el poderoso equipo de fútbol de Turín.
“Mi equipo está preocupado por lo que pasará el año que viene”, dice el español sonriendo.
“Este año ha ido muy bien con los cambios. Si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?”