El Real Madrid firmó el acta de su partido ante el Valencia Basket (derrota en el Roig Arena por 89-76) bajo protesta para mostrar su disconformidad con una acción previa al descanso, aunque según desveló EFE el motivo no se incluyó en la misma, algo que haría que ésta no prosperara. Sergio Scariolo había solicitado un tiempo muerto a 4,9 segundos del final del segundo cuarto para preparar la última jugada de su equipo antes del parón. La mesa lo había concedido, pero los árbitros no lo hicieron. El Valencia ganaba en ese momento por siete puntos tras un triple de Darius Thompson (45-38). En esa última jugada, Mario Hezonja perdió el balón y el partido llegó al descanso con ese mismo resultado tras un triple errado de Kameron Taylor: 45-38.
El técnico italiano retomó su protesta tras el descanso (incluso revisó junto a la mesa el final del partido), lo que provocó que el encuentro se retrasara unos minutos en la segunda parte. “Yo decía que se había cometido un error y los oficiales de mesa lo ratificaban, pero no han considerado que debían rectificar el error”, explicó después en rueda de prensa.
Según la normativa de la Euroliga, para que la protesta sea válida “debe presentarse durante el primer momento en que el balón esté muerto tras la decisión o el incidente que la motiva”, algo que Scariolo habría hecho en el descanso. “La reclamación debe firmarse en el espacio provisto en la hoja de anotación. No se requieren explicaciones detalladas. Basta con que el club, identificándose correctamente, explique brevemente que la reclamación es contra el resultado del partido o contra un evento ocurrido durante el mismo”, añade el texto que explica que “el club debe presentar el texto completo de su reclamación en un plazo de 48 horas a partir de la recepción de la hoja de anotación en la oficina de la Euroliga, “incluyendo el comprobante de un pago de 300 euros por el derecho 536 de reclamación”.
Llegados a este punto se abre un procedimiento que será resuelto por el juez disciplinario. En caso de apelación, una vez admitida ésta, será resuelta por el Juez de Apelación o, en su caso, por la Sala de Apelación. En la mayoría de casos estas quejas no suele tener consecuencias mayores, porque son desestimadas. Por ejemplo, el curso pasado el Estrella Roja firmó el acta de su partido ante el Zalgiris bajo protesta por un codazo de Alen Smailagic a Nikola Kalinic, que acabó con un 2+1 para el primero y triunfo para el equipo lituano, pero que la Euroliga posteriormente desestimó.
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