Everstone Studio y NetEase lanzan al mercado Where Winds Meet, un RPG de mundo abierto gratuito que podrás jugar en un par de días, a partir del próximo 14 de noviembre, en PC, PS5 y Android. Su propuesta tremendamente ambiciosa y abierta firma un gran proyecto que, lamentablemente, muestra carencias en la versión probada previa al lanzamiento en PS5. Tras más de 3 semanas jugando de forma intensiva, te traemos nuestro análisis sin spoilers… y sin uso de inteligencia artificial.
Érase una vez en China
Where Winds Meet nos pone en la piel de la joven maestra -o el joven maestro-, una heroína de misteriosa procedencia que debe iniciar su camino en pleno periodo de las Cinco Dinastías y los Diez Reinos en China, lo que viene siendo la primera mitad del siglo X, para que os hagáis una idea. Tras crear y dar forma a nuestro personaje en un gestor plagado de posibilidades en el que es imposible que te salga feo, Everstone Studio comienza su historia con un espectacular combate animado y el robo de un colgante de jade. Una vez acabada la cinemática, Where Winds Meet ofrece un inicio tranquilo, casi bucólico, en una cabaña abandonada en medio de un hermoso bosque en Qinghe, la primera región del juego.

El gestor de personajes es una delicia
Este inicio a fuego lento nos permite ir familiarizándonos con nuestra protagonista y su pequeña amiga, Ruby, que quiere crecer y convertirse en una heroína. El RPG de mundo abierto muestra sus bondades con un enorme escenario totalmente explorable plagado de elementos, consumibles, coleccionables y objetos por investigar. Estos primeros pasos nos invitan a tener nuestra toma de contacto con un mundo hermoso y lleno de detalles, así como con la cantidad de recursos y objetos que podemos farmear y que, más adelante, tendrán sentido en nuestra aventura. Después de iniciar el camino en compañía de Ruby, pronto encontraremos nuestros primeros combates y al primer buhonero que, tras ser ayudado, nos regalará un mapa cargadito de puntos de interés por explorar.
Descubriendo tu hogar
La primera región del juego, Qinghe, sirve de terreno de entrenamiento en el que aprender a dar los primeros pasos, controlar las habilidades de combate y descubrir cómo movernos por el escenario, colocar marcadores y seguir misiones secundarias. El escenario de Where Winds Meet, incluso en esta primera zona, está lleno de lugares por explorar, mazmorras, encuentros, jefes por derrotar y cofres por abrir, lo que de primeras puede resultar un poco confuso para el jugador recién llegado. Seguir la campaña principal y acompañar a Ruby es la mejor forma de llegar al primer pueblo del juego, donde tendremos nuestros primeros escarceos comerciales, podremos retar a varios PNJ a un combate de entrenamiento e iremos mejorando nuestras habilidades y subiendo de nivel.

Nuestro primer pueblo y nuestro primer minijuego
El mundo de Where Winds Meet logra enganchar en estos primeros momentos con una propuesta que integra bastante bien estos primeros pasos. Conversar con los campesinos, investigar objetos y explorar la zona nos ayudará a saber más de su mundo, pero esto es sólo el principio. Según vamos avanzando vamos conociendo a nuevos personajes importantes, escuchando historias que hacen alusión a leyendas ya conocidas de la mitología china y tomando decisiones que irán forjando el carácter de nuestra heroína. Poco a poco, ya vayamos por libre o sigamos la primera campaña de las muchas que, a modo de capítulos, incluye el juego, la historia principal va tomando forma mientras nos sentimos como protagonistas de este cuento de héroes y kamuis.
Exploración y movimiento libre
Uno de los elementos que más llama la atención de Where Winds Meet es su libertad de movimiento, que parece sacada de películas como Tigre y Dragón, La Casa de las Dagas Voladoras o Hero. Nuestra heroína es capaz de usar su Chi para encadenar varios saltos, correr por las paredes, subir por los troncos de bambú ¡Y esto nada más empezar a jugar! Una vez subamos de nivel y aprendamos las artes necesarias, podremos desplazarnos a grandes saltos, correr sobre el agua e incluso volar una vez hayamos alcanzado el nivel de exploración necesaria en la zona. Este movimiento libre es una auténtica gozada y nos permite explorar al dedillo todas las zonas, pero tiene un serio inconveniente: No podremos usarlo en combates importantes ni en las mazmorras ni zonas de misión.

Sí, puedes trepar árboles y troncos de bambú
Respecto a la exploración, contar con el movimiento libre nos ayuda a movernos a nuestro antojo por el escenario como si fuéramos auténticos héroes de la mitología china. Para aprovechar esta libertad de movimiento, Where Winds Meet incluye un montón de zonas ocultas a las que llegar, secretos que descubrir y cofres plagados de cosas con las que ayudarnos a avanzar y mejorar. Grutas ocultas a plena vista, mazmorras que nos esperan en lugares insospechados y personajes que sólo aparecen en un momento concreto del día nos animarán apurar al máximo hasta el último rincón de unos escenarios plagados de localizaciones y detalles.
Progresión múltiple y recompensas
Where Winds Meet muestra su faceta más free to play con varios tipos de moneda, un montón de objetivos que cumplir para conseguir recompensas, varias barras de nivel de distintos tipos y niveles de progresión para las armas, armaduras e incluso la compatibilidad con distintos tipos de arma de nuestro personaje. En lo jugable es posible que de primeras todo esto se te pase por alto pero poco a poco el juego te irá avisando con mensajes que, a pesar de estar escritos en un inglés mejorable y con un tamaño de letra diminuto, merece la pena leer.

El escenario se hace eco de los acontecimientos que vivimos
Por resumirlo un poco, el nivel de personaje depende de varios elementos: por un lado tienes el nivel de personaje propiamente dicho, que te permite subir de nivel de 10 en 10 según consigues experiencia. Para poder subir de nivel más allá del tope de 10, tendrás que ‘iluminarte’ o ‘romper a través’ del siguiente nivel. Esto significa que una vez llegues al nivel de personaje máximo, tendrás que entrar en la pestaña de nivel Solo Mode para realizar una prueba de combate. Una vez superada la prueba se desbloquean los 10 siguientes niveles y, de regalo, obtienes un puñado de piezas de equipo y distintos tipos de armas del rango o la tier en la que estés en ese momento.
Y no te pierdas…
Una de las adaptaciones de videojuego más legendarias se hace un hueco en streaming. Y no llega sola
El rango de las armas y armaduras es importante a la hora de mejorarlas, ya que, como el personaje, sólo pueden mejorarse hasta cierto nivel. Para mejorar armaduras y armas tendrás que usar monedas y materiales desde el mismo menú de personaje. Como te contábamos al principio puedes mejorar un arma concreta, mejorar todas las armas o mejorar tu competencia de combate con la mano izquierda y con la derecha. Por último, también puedes mejorar las artes de combate, tanto de armas como de habilidades y movimientos, lo que mejorará tu daño y añadirá efectos extra. Mejorar armas, armaduras, artes y personaje es la diferencia entre ir bien preparado o caer con cuatro golpes de enemigos, por lo que merece la pena cogerle el truco rápido si quieres aprovechar los cientos de horas que propone el juego.

niveles, tiers y toda la pesca
Si estar al día con las mejoras es un pequeño suplicio, reclamar las recompensas típicas del free to play tampoco te va a enamorar. Where Winds Meet ofrece un sistema de recompensas dividido entre varias pestañas que es fácil pasar por alto en las primeras partidas. Se marcan con un puntito rojo en las pestañas del menú de personaje y de pausa, pero después de 22 días jugando a tiempo completo, todavía me pierdo a la hora de reclamarlas. Básicamente se ofrecen objetivos que, una vez cumplidos, nos dan monedas, recursos, artes y cosméticos que podemos usar para personalizar nuestra apariencia, mejorar armas y armaduras, y subir de nivel de personaje. Si te pierdes mucho, busca los puntos rojos y no te obsesiones demasiado con canjearlas nada más conseguirlas o vas a pasarte más tiempo de la partida en el menú que jugando.
Combate wuxia con peros
Uno de los puntos más fuertes de Where Winds Meet se prometía el combate, pero hay que ir con las expectativas justas, ya que no es, como mucho se ha dicho, un combate estilo souls. Básicamente, al pelear contamos con dos tipos de golpe y un montón de tipos de arma que iremos desbloqueando según avancemos, desde la espada y la espada doble a la lanza, el abanico, la sombrilla o el dardo con cuerda. Junto a los golpes podemos esquivar, realizar bloqueos ‘físicos’ y usar desvío chi contra los ataques más poderosos. Con el tiempo, la esquiva y el bloqueo nos permitirá contraatacar, pero desde el principio el desvío en el momento justo desencadena una serie de bloqueos y contragolpes muy satisfactorio de ver. Lamentablemente es complicado saber cuándo debemos usar bloqueo y cuándo desvío, a no ser que activemos las opciones que nos avisan en pantalla ralentizando al enemigo y rompiendo el ritmo y la sensación del combate.

los combates contra jefes molan bastante a pesar de todo
Si estabas pensando en Wo Long, WuChang, Wukong o incluso NiOh, la sensación no alcanza el nivel de estos juegos. Con cuatro niveles de dificultad y mútiples opciones de ayudas, el combate puede ser todo lo difícil o todo lo fácil que quieras, pero no acaba de ir todo lo fino que debería. Golpes que deben bloquearse en un momento previo a que se realicen, desvíos que no siempre funcionan y un sistema de destellos y brilli brilli que tapan la acción en pantalla quitan mucha importancia a un combate que tiene sus cosas buenas pero podría ser muchísimo mejor. La sensación final con el combate es que es uno de los elementos que más deben mejorar y cuanto antes de cara a la próxima actualización, especialmente en lo que respecta a los tempos, el rendimiento y a esos destellos que despistan más que ayudar.
Ambientación e historia
Dejando el combate a un lado, Where Winds Meet brilla sobre todo en su ambientación y las múltiples referencias a la mitología china. El diseño de los escenarios, desde el poblado inicial de Qinghe a la enorme ciudad imperial de Kaifeng son increíbles en cuanto a detalles que nos hacen sentir que realmente estamos viviendo en la era y lugar que la historia nos plantea. Calles de barro plagadas de gentes que venden sus pertenencias, teterías con músicos y clientes que esperan un gran combate entre héroes, cuentacuentos que narran sus historias… El mundo de Where Winds Meet entra por los ojos a pesar de sus fallos técnicos, y lo hace con unas melodías que funcionan a la hora de ambientar la época, pero no tanto la acción.

Covertirte en perro para jugar al mahjong en una tetería… ¿por qué no?
Respecto a la historia, Everstone nos invita a vivirla como queramos, creando dos regiones que pronto verán aumentado su número y en las que podremos hacer lo que queramos. Comerciar, robar, asesinar… Where Winds Meet es totalmente abierto en su propuesta, permitiéndonos que, una vez abandonemos Qinghe, donde somos conocidos, podamos hacer lo que nos dé la gana y crear nuestra historia como héroes o como villanos mientras seguimos las distintas campañas, ya sea en su lado luminoso o su lado oscuro. Las posibilidades son realmente increíbles, incluyendo en el modo Solo un sistema que invitará a otros jugadores a darnos caza si somos demasiado malos, e incluyendo un montón de clanes de todo tipo a los que ofrecer nuestros servicios… o crear nuestro propio clan.
Esta libertad de posibilidades incluyen algunas muy interesantes como jugar mazmorras con otros jugadores, participar en duelos y concursos, cazar recompensas por todo el escenario, mejorar habilidades, robar, asesinar e incluso aprovechar el sistema de creación para construir nuestra propia casa. Un sistema de housing que aún debe mejorar un poco, pero que te permite construir muy fácilmente según vas descubriendo elementos, recursos y recetas por el mundo. Otras posibilidades no tan interesantes son la de ‘hablar’ con PNJ aprovechando un bot de inteligencia artifical que nos hará subir nuestra influencia y hacernos ‘amigos’ para recibir regalitos o una serie de minijuegos que, lamentablemente, no funcionan nada bien. Duelos de dialéctica convertidos en juegos de cartas que se reducen a pulsar un botón sin tiempo a leer nada, un intento de Guitar Hero totalmente desacompasado o un minijuego de pesca muy mejorable nos deja la sensación de que la inteligencia artificial no se ha usado sólo para el tema de las conversaciones con bots.

Lo de construir casas mola bastante
Where Winds Meet en lo técnico
Everstone ha sido muy ambicioso con su juego, y lamentablemente esto se traduce en serios problemas técnicos. En la versión jugada en PS5, una beta a la espera de ver el parche de lanzamiento, Where Winds Meet dista mucho de ser un juego pulido. La ausencia de textos en castellano se une a una traducción discutible al inglés y un doblaje en inglés al que le faltan muchas líneas de diálogo y que introduce ‘silencios incómodos’ en demasiadas conversaciones como para dejarlo pasar. Jugado en modo rendimiento, los FPS bailan con demasiada frecuencia no sólo en los combates, y la presencia del popping o de elementos que aparecen según avanzamos por una zona es atroz.
Cuando digo que el popping es atroz no me refiero a que las texturas tarden en aparecer, son elementos completos, como casas, miembros de personajes o incluso el castillo de Kaifeng, que aparecen de la nada cuando nos encontramos a pocos metros. Estar caminando por una mazmorra subterránea y ver cómo las paredes van apareciendo ante nuestros ojos saca demasiado de la experiencia y es otro de esos elementos que tendrían que ser mejorados cuanto antes por el estudio.

el popping haciendo de las suyas con paredes y techos sin aparecer aún
Más allá de estos fallos que podrían estar arreglados -o no- de lanzamiento, la sensación de juego en la versión probada no acaba de ser positiva. El combate está bien pero no mata, ir a caballo es más lento que ir a pie, los textos en inglés son diminutos, y las dos veces que he intentado sacrificarme y mantener conversaciones con Character AI el resultado ha sido, cuando menos, estrambótico. Errores como botones que de pronto dejan de funcionar, un menú de personaje que en ocasiones opta por no dejarnos movernos por sus pestañas y un modo inmersión que nos permite ver la pantalla sin letras pero que a veces se queda bloqueado y es imposible salir para recuperar el modo con mapa se unen a cinemáticas cortadas y otros para dar como resultado unas tres semanas de análisis desquiciantes. Creo que he batido de largo el récord de veces que he tenido que salir del juego y volver a abrirlo o incluso reiniciar la consola.
¿Merece la pena?
Where Winds Meet toma lo mejor del wuxia para crear una propuesta increíblemente ambiciosa que, a poco que logre arreglar sus múltiples fallos, puede ser increíble. Su ambientación y escenarios, su espíritu y filosofía y la libertad que ofrece al jugador son dignas de tener en cuenta y animan a jugar y explorar hasta el último rincón de su mapas, que en palabras del estudio, pronto verán aumentado el número de regiones. Sin embargo, a día de hoy y con la beta como única forma de prueba, es difícil recomendarlo sin advertir antes de sus problemas. Su jugabilidad con altibajos y falta de ritmo, la sensación de no acabar de entender lo que está pasando y la sospecha -ojo, sólo sospecha- constante de un abuso de la IA generativa en su desarrollo se dan la mano con momentos brillantes en los que el estudio da lo mejor de sí y demuestra sus ganas por volver a hacer del wuxia un género con impacto internacional. Como bonus, en los positivo, la monetización es terriblemente amable, huye del pay to win y hace que jugar gratis sea una posibilidad a aprovechar, ya sea en solitario o con amigos.
¿Mi consejo? Jugad y ved que os parece por vosotros mismos. Es posible que la cosa haya mejorado en estos dos días, que a pesar de sus fallos te atrape, o que yo sea un tiquismiquis. Puede que Where Winds Meet falle en la ejecución de su propuesta pero estamos ante un juego que, a poco que aprenda a hacer las cosas bien, podría convertirse en algo enorme.
Where Winds Meet ofrece una ambiciosa aventura en tercera persona en la que nos convertiremos en héroes o heroínas del siglo X en China. Un RPG de mundo abierto inmenso, plagado de posibilidades, que podemos disfrutar en solitario, con amigos y con jugadores desconocidos. La libertad absoluta a la hora de actuar, decidir y forjar nuestra leyenda nos permite personalizar sus artes marciales, elegir su camino y movernos por su mundo corriendo por el agua, caminando por las paredes o incluso volando como en una película china de artes marciales. Lamentablemente la jugabilidad se ve lastrada por esta ambición con unos minijuegos que no acaban de funcionar bien y un uso de la IA que parece ir más allá de los diálogos con los NPC.