Novak Djokovic habló de forma transparente, clara y contundente sobre la sanción de tres meses por dopaje que le cayó a Jannik Sinner por el famoso ‘caso clostebol’.
En una entrevista con el famoso periodista británico Piers Morgan, el tenista serbio recordó que conoce a Sinner desde que el italiano tenía 13 años, ya que «el primer entrenador que trabajó con él fue mi entrenador, Riccardo Piatti’, por lo que ambos ya entrenaban juntos muchos días por esa época. De esos años, recuerda a Sinner como una persona «genuina, tranquila y auténtica», con «una mentalidad que me gustaba». Por ello, Novak cree que Sinner se saltara las reglas queriendo. Aunque destacó que ello no debía eximirle de la responsabilidad de hacer frente a una mayor sanción.
Esa reflexión llegó después de que le preguntaran si se había producido un trato diferente en este caso al que se le hubiera dedicado a un jugador de ránking inferior.
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«Esa nube le seguirá como la nube del COVID me seguirá a mí durante el resto de su carrera o la mía en este caso. Así que es algo tan importante que, cuando ocurre, con el tiempo se va desvaneciendo, pero no creo que desaparezca. Siempre habrá un grupo de personas que intentarán sacar el tema a colación», comentó.
«¿Le crees?», le preguntó el periodista a Novak. «Mira, conozco a Yanik desde que tenía unos 14 o 13 años, porque su primer entrenador que yo conozco, o el primer entrenador serio que trabajó con él en esos años cruciales, fue también mi entrenador, Riccardo Piatti. Y solía entrenar bastante en su Academia en Italia. Entrenaba mucho con Sinner cuando él era junior y, la verdad, me caía muy bien porque siempre fue delgado como yo, alto y creció esquiando, creció en las montañas. Tenía una historia muy parecida a la mía y siempre me pareció muy auténtico, muy simpático, muy tranquilo. Tenía su propio mundo y no le importaba demasiado el protagonismo social, por así decirlo, solo quería ser el mejor jugador posible y me gustaba eso, me gustaba su mentalidad. Así que cuando ocurrió esto, me quedé en shock, sinceramente», expresó.
«Creo que no lo hizo a propósito. Pero la forma en que se gestionó todo el caso fue muy sospechosa», añadió, antes de que el periodista diera su opinión: «Si hubiera sido el número 500 del mundo, creo que lo habrían sancionado».
«Exactamente», respondió Novak, con un gestión de afirmación. «Hay falta de transparencia, incoherencia, la conveniencia de que la suspensión se produzca entre Grand Slams para que no se pierda los demás… Es que fue muy, muy extraño. Muy, muy extraño. Y, bueno, no me gustó nada cómo se gestionó el caso. Y se podía oír a muchos otros jugadores, tanto hombres como mujeres, que habían vivido situaciones similares, salir en los medios y quejarse de que se trataba de un trato preferencial. Indiscutible. Sí.
Sí. Así que, básicamente, quiero creer y sé, por mi historia con él, que no lo hizo a propósito, pero, por supuesto, es responsable porque esas son las reglas. Eres responsable cuando ocurre algo así. Y entonces, cuando ves que a alguien por algo muy similar o igual le prohíben jugar durante años y luego a él le prohíben jugar provisionalmente durante tres meses o lo que sea, simplemente no está bien«, agregó.
«Es el número uno del mundo y eso lo hace aún más difícil. No es fácil para él, obviamente, y yo siento empatía y compasión por él porque creo que ha sabido manejar la tormenta mediática que sigue volviendo de vez en cuando. Lo está manejando muy bien, con mucha madurez y constancia, y le felicito por ello. Pero sin duda no es fácil. Y en medio de todo eso, sigue dominando. Sigue jugando increíbles torneos de Grand Slam, ganando. Así que creo que es interesante. Deberías entrevistarle», le dijo Novak.
«Sí, deberías preguntarle, ya sabes, debería compartir algo de ese proceso mental y cómo lo ha utilizado como combustible. Sería interesante», insistió. «Solo entrevisto a GOATS (los mejores de todos los tiempos). Por eso estás aquí sentado», le replicó en brome el periodista.