El regreso a la Basketball Champions League tuvo un efecto revitalizador para el Unicaja, que consiguió un contundente triunfo en la pista del Mersin (77- … 100) para olvidar la fea derrota encajada en Andorra. El equipo malagueño no encontró rival en el turco, al que despachó con una primera parte brillante en la que su energía y solidez defensiva fueron notablemente superiores. Aunque la Champions no es un buen indicador para calibrar el estado real del equipo, la actuación de los de Ibon Navarro no tuvo fisuras y el equipo mostró características reconocibles en su juego: acciones rápidas, intensidad defensiva, contragolpes y mucho ritmo. La victoria clasifica al Unicaja para la siguiente ronda de la competición cumpliendo así el primer objetivo a esta altura de la temporada. Castañeda tuvo una participación testimonial en el último cuarto y fue el único jugador del equipo con valoración negativa. El sábado en Zaragoza espera una prueba mucho más exigente.
El encuentro comenzó de forma caótica por parte del conjunto turco, que perdía el balón en cada posesión, lo que permitió al Unicaja superar esos nervios del comienzo. El equipo malagueño estaba entonces cómodo, dominando el rebote, atacando rápido y anotando con mucha facilidad. El 7-13 a los cuatro minutos confirmaba la superioridad cajista, que fue en aumento impulsada por la velocidad de Perry. Sólo la entrada en escena de la segunda unidad hizo que el Unicaja perdiese el control del partido, con malos minutos de Duarte y Tillie (19-18). Por suerte, la aparición de Djedovic devolvió las cosas a su sitio. El bosnio sabía qué hacer en cada jugada. Primero una asistencia a Sulejmanovic y luego un triple. En esos instantes fue clave Alberto Díaz, perfecto desde la línea de tres y que se encargó de cerrar el primer cuarto con un gran lanzamiento nada más sacar de fondo (29-31).
Pese a que el Mersin reaccionó con un parcial de 7-0, el Unicaja tenía dominado el partido gracias a su gran defensa. Djedovic seguía controlando la situación y el equipo malagueño elevó su intensidad hasta tal punto que sentenció el encuentro con unos minutos brillantes. La diferencia de ritmo, nivel físico y también de acierto era abismal. Del 29-32 se pasó al 41-60 con el que se cerró la primera parte. El parcial no dejaba ninguna duda sobre la superioridad de los de Ibon Navarro con un gran ejercicio colectivo. No importó que Duarte siguiese perdido por las personales debido al mal uso de las manos al defender y tampoco que Castañeda no hubiese jugado. Con diez jugadores, nueve porque Barreiro se llevó un golpe en la boca y jugó poco, el Unicaja sometía al Mersin con acciones de todo tipo: contragolpes, balones interiores y triples. Como en la primera mitad, Alberto Díaz cerró el segundo cuarto con otra fantástica canasta de tres desde ocho metros.
Mersin Msk | 77
Unicaja | 100
ESTADISTICAS DEL PARTIDOMersin Msk | 77 Unicaja | 100
El partido estaba liquidado, pese a que quedaban 20 minutos por delante. La diferencia de nivel entre los dos equipos era evidente y el Unicaja venía con los rejones puestos de Andorra, así que no iba a dejar que el Mersin reaccionase. Era un buen momento para que Duarte se recompusiese tras una primera parte pésima. El dominicano no anotó, pero encontró perfectamente a Balcerowski en varias ocasiones con buenas asistencias. El polaco fue el gran protagonista de este tercer cuarto y la ventaja del Unicaja no paraba de crecer. De nuevo, ni rastro de Castañeda, en un partido que en otro momento le habría venido perfecto para coger minutos (56-81, min. 30).
Ya con todo decido, en el minuto 33 se pudo ver al base en la pista. El Unicaja ganaba de 25 puntos e Ibon Navarro optó por no forzar a Díaz y Perry. Los focos estaban sobre Castañeda, que robó un balón en su primera acción y asistió en el contragolpe para Pérez. Luego tomó un par de malas decisiones en dos penetraciones en las que recibió un tapón y cometió pasos. Nada nuevo respecto al nivel que venía ofreciendo.

