Apple ha sorprendido al mundo con el anuncio del «iPhone Pocket», una funda de punto 3D creada en colaboración con Issey Miyake. Disponible en dos tamaños (correa corta tipo bolsa o correa larga tipo bandolera), se trata de una edición limitada a la venta en línea o en tiendas seleccionadas. Hasta aquí nada fuera de lo normal, dado que Apple suele apostar por fundas personalizadas, pero hay un pequeño «problema»: no existe un solo aspecto que justifique su precio.
El tejido elástico con estructura acanalada permite envolver completamente cualquier iPhone u otro objeto pequeño. Al estirarlo, deja entrever el interior y se puede consultar de reojo la pantalla del teléfono. Esta característica, sumada a su apuesta por ser un producto a caballo entre lo estético y lo tecnológico, ha llevado a la compañía a vender el producto en dos rangos de precio: si lo quieres con correa corta, tendrás que desembolsar 130 euros; si te convence la correa larga, pagarás 200 euros.
La última locura de Apple
El modelo corto, según confirmó la propia compañía, llegará con ocho colores con tonos vibrantes, mientras que el largo tendrás tres tonalidades de corte más sobrio. La propuesta, así, pone énfasis sobre la posibilidad de llevar el iPhone como accesorio de moda, razón por la que está más cerca de ser una idea estética que una funda de protección. En relación a la fecha de lanzamiento, se reveló que llegará a mercados como Europa, Estados Unidos y Asia a partir del próximo 14 de noviembre.
Para muchos, este anuncio guarda relación con los iPod Socks que Steve Jobs presentó en 2004, solo que en aquella ocasión se trataba de un pack de seis calcetines disponibles por 30 euros. Además, también existe una gran diferencia entre los anuncios: mientras Apple ha revelado esta colaboración como un acuerdo que une el diseño y la exclusividad, Jobs anunció la existencia de los calcetines con un tono humorístico.
La propia Apple, de hecho, ya confirmó en septiembre la existencia de una correa cruzada para fundas compatibles que no solo recuerda a este concepto, sino que también es más barata que el iPhone Pocket al costar 50 euros. Sin embargo, esta nueva pieza nace del concepto «una pieza de tela» de Issey Miyake, una idea que busca llevar el minimalismo funcional y la estética textil al campo tecnológico.
El posicionamiento, por tanto, apunta a un lujo accesible de edición limitada, ya que se trata de un objeto de moda con función contenedora más que de una protección robusta frente a golpes o eventos climatológicos. Para Apple, por tanto, es una buena forma de hacer hincapié en «la alegría de llevar el iPhone a tu manera», pero muchos han señalado que es muy probable que una pieza textil de este calibre tiene un coste de producción infinitamente inferior al precio final de venta.