La neumonía se cobró, en 2023, la vida de 2,5 millones de personas, entre ellas 610.000 niños menores de cinco años, según ha recordado la Organización Mundial de la Salud con motivo del Día Mundial de la Neumonía, que se celebra cada 12 de noviembre para recordar, entre otros aspectos, …
La neumonía se cobró, en 2023, la vida de 2,5 millones de personas, entre ellas 610.000 niños menores de cinco años, según ha recordado la Organización Mundial de la Salud con motivo del Día Mundial de la Neumonía, que se celebra cada 12 de noviembre para recordar, entre otros aspectos, la importante carga que supone la neumonía para los adultos, especialmente para los adultos mayores y aquellos con comorbilidades, pero también de los más pequeños. No en vano, el lema elegido para este año está centrado en ‘La supervivencia infantil’ para recordar que la neumonía es la principal causa infecciosa de muerte infantil, sobre todo, en zonas con bajas tasas de vacunación y desnutrición, y en hogares donde se utilizan combustibles contaminantes.
Como ha precisado la OMS, el envejecimiento de la población, la urbanización y la contaminación atmosférica que incrementan la carga de infecciones respiratorias, y el alto riesgo de otra pandemia similar a la de la COVID-19, han generado una crisis de neumonía que afecta a todas las edades, causando millones de muertes actualmente y poniendo a muchas más en riesgo de fallecer ante la próxima pandemia.
Actuar con celeridad
Desde la OMS se considera que si bien se han logrado avances significativos en el abordaje de esta patología, aún se puede conseguir mucho más mediante una acción acelerada, que pasa por una serie de puntos:
-Intensificar la prevención, garantizando que todos los niños tengan acceso a vacunas esenciales como las de Haemophilus influenzae tipo b (Hib), neumococo, sarampión y tos ferina. Promover la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, una nutrición adecuada y entornos libres de humo de tabaco y contaminación del aire en interiores.
–Fortalecer la atención primaria de salud, dotando a los trabajadores de la salud de las herramientas y la capacitación necesarias para reconocer y tratar la neumonía de forma temprana.
–Promover la equidad y la rendición de cuentas, monitoreando el progreso, cerrar las brechas en el acceso a las vacunas , el oxígeno y la atención, e integrar el control de la neumonía en programas más amplios de salud infantil, envejecimiento y salud ambiental.
–Aumentar el acceso al oxígeno, garantizando que todos los centros de salud, especialmente en entornos con recursos limitados, tengan acceso confiable a oxígeno medicinal, oximetría de pulso y los suministros y la capacitación necesarios para utilizarlos de manera segura.
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