Daniel Day-Lewis, señor de Hollywood, tras ocho años de ausencia de la gran pantalla, solo podía volver a actuar por una buena razón. Y se llama Anemone: una historia de guerra, lazos familiares y culpas. Es la primera película de su hijo Ronan, de 27 años. Presentada en primicia en el Festival de Cine de Roma, en la sección independiente Alice nella Città, la cinta se estrenará el 6 de febrero de 2026. “Al principio, Anemone se centraba en la relación entre dos hermanos”, cuenta el director, “pero poco a poco el vínculo padre-hijo se fue introduciendo de forma natural en la historia». No por motivos autobiográficos, precisa Day-Lewis padre: «Nunca hubo un deseo consciente de explorar nuestro vínculo. No hacía falta».

La relación entre padre e hijo se convierte en el eje central de la película, pero ¿cómo surgió este vínculo en el guion y en la historia?
Ronan Day-Lewis: Al principio, la película se centraba en la relación entre los dos hermanos y Brian era un personaje bastante marginal, al que nunca veíamos realmente. Luego, a medida que Brian y Nessa se convertían en personas reales, empezamos a dedicarles la prinera escena. Era importante desarrollar su perspectiva e incorporarla a la trama de la película. Con el tiempo, la relación padre-hijo se fue introduciendo de forma natural en la historia. Pero no había nada explícitamente autobiográfico en ello. Lo que me permitió conectar con Brian fue precisamente ese sentido del misterio, la fascinación que ejerce el pasado de los propios padres: algo que sentía muy cercano, aunque, obviamente, nuestra relación personal es completamente diferente. Tenemos una relación estupenda.
Daniel Day-Lewis: No había ningún deseo consciente de explorar nuestra propia relación padre-hijo. Como ha dicho Ronan, nos centramos en los dos hermanos, pero cuando la historia empezó a desarrollarse, al explorar la experiencia de Brian y la de Ray y Jem, que se criaron en una familia severa y cruel desde el punto de vista religioso, empezamos a aceptar la idea de las generaciones.

¿Qué se transmite de una generación a otra?
Daniel: Es una pregunta que nos hemos hecho a menudo: ¿qué se transmite? ¿Cosas positivas o no tan positivas? Mi experiencia personal, en cierto sentido, es más parecida a la de Brian. Aunque mi padre estaba presente, murió cuando yo tenía catorce años, casi quince, y había estado, a su manera, un poco ausente, absorto en su egocentrismo en el trabajo. Era una generación diferente, que no interactuaba mucho con sus hijos. Las únicas conversaciones que realmente recuerdo eran aquellas en las que me metía en problemas, cosa que ocurría a menudo. Así que, quizá sin ser consciente de ello, entiendo muy bien la forma en que Brian habla de su padre ausente.

Daniel DayLewis y su hijo Ronan.

Daniel Day-Lewis y su hijo Ronan.

Mondadori Portfolio/Getty Images