En ocasiones, el deporte puede ser especialmente cruel. De ello puede dar constancia Keenan Evans, base del Olympiacos, que este miércoles volvía a disputar un partido de Euroliga después de más de 500 días de baja. En el partido ante el Zalgiris, salió a la pista cuando restaban 2:16 para el final del primer cuarto. El Palacio de la Paz y la Amistad se puso en pie para recibirle con una gran ovación. Algunos aficionados habían elaborado pancartas para darle la bienvenida.
Pero la alegría por su vuelta se tornó enorme tristeza cuando llevaba sólo 2:01 sobre la pista. En una jugada sin contacto, Evans se fue al suelo llevándose la mano a la parte posterior del tobillo izquierdo. Tuvo que dejar el parqué con ayuda mientras gritaba: «¡No puede ser!».

Keenan Evans, el pasado fin de semana, en el primer partido tras su lesión.
El posterior parte médico confirmaba lo que se temía al ver los gestos del base. Los peores pronósticos eran realidad: rotura del tendón de Aquiles de la pierna izquierda. Se pierde lo que resta de temporada. Le espera otro largo proceso de recuperación. Será el tercero.
Otras dos graves lesiones
Con anterioridad, en enero de 2023, el base de 1,91 metros y 29 años, se había roto el tendón de Aquiles de la pierna derecha. Volvió en octubre. Pero al final de la temporada 23-24, jugando en el Zalgiris, se llevó otro duro golpe: rotura del tendón rotuliano de la pierna izquierda. Se perdió todo el ejercicio 24-25. Pese a estar lesionado, el Olympiacos cumplió el acuerdo que tenía con él y le firmó un contrato hasta 2027.
El regreso de Evans a las pista se había dilatado algo más de lo esperado. En septiembre se le detectó una lesión osteocondral en la rótula derecha y tuvo que aguantar un poco más tiempo de baja. Por fin, regresó a las canchas el fin de semana pasada en un partido de la Liga Griega frente al Karditsa. Hizo 15 puntos, cinco asistencias y 21 de valoración. Una buena actuación en la que nada hacía presagiar que el destino iba a volver a cebarse con el base.
Todo el baloncesto europeo se duele por la mala suerte de Evans. Tanto es así que hasta el Panathinaikos, el archienemigo del equipo de El Pireo, publicó en sus redes sociales un mensaje de apoyo en el que le desea una pronta recuperación.