Rodeada de olivos, pinos, palmeras o lentiscos, Casa Helena es un proyecto singular que dialoga con el entorno: enraizada en medio de la vegetación autóctona, se mimetiza con los colores del lugar que habita. Porque construir una casa desde cero quizá no sea más que una conversación entre quienes la habitarán y el espacio, donde el arquitecto ejerce como traductor.

De geometría aparentemente sencilla, Casa Helena es un volumen muy horizontal que emana del suelo con una fuerza casi telúrica. Su basamento de piedra natural caliza, extraída de la propia excavación del terreno, sostiene dos bandejas de hormigón visto texturizado que flotan entre los grandes paños acristalados de estética minimalista. La carpintería parece no existir, queda totalmente oculta. 

Casa brutalista

“No nos buscaron ni les buscamos, fue una coincidencia de la vida: nos encontramos”, explica José Moragues, fundador de Singular Studio. Habla de Jean-Claude y de Helena, el matrimonio francés propietario de esta vivienda que habitan desde 2023. Moragues insiste en su enfoque: situar al cliente en el centro de todo. Es un acto de humildad y un ejercicio de escucha. En el proceso, el arquitecto javiense se dio cuenta de que en este proyecto, como en todos los que realizan, era necesario contar emociones y sentimientos. “Teníamos que conseguir que tanto ellos como la gente que viniera a esta casa se sintieran bien”. Y lo han logrado: les brillan los ojos, se emocionan cuando hablan de esa casa que un día fue un sueño y que ahora es su hogar.

Casa brutalista

De costumbres muy mediterráneas, Jean Claude y Helena querían una casa con espacios diáfanos y abiertos al exterior, para disfrutar siempre de las visitas… y de las vistas al mar. La planta principal es una panorámica epatante con vistas al Mediterráneo, donde la luz entra a raudales a través de los ventanales. La planta baja, destinada a los invitados, representa una verdadera oda a la vida al aire libre donde todo gira alrededor de la piscina.

Casa brutalista exterior estadio San Mamés

Noticia relacionada

Ni Camp Nou, ni Bernabéu: la ‘La Catedral del fútbol’ es del Athletic Club

El hormigón visto es el gran protagonista de la edificación: se quería conseguir un acabado naturalizado en color gris, pero con tonos cálidos y acogedores en sintonía con la tonalidad de la piedra natural de la zona. Singular Studio trabajó con una dosificación concreta de áridos finos en forma de pigmentos procedentes de la propia excavación para obtener un hormigón que se aleja de los grises fríos propios de este material. Pruebas, muestras, texturas, colores, ensayo, error. Hasta que poco a poco se fueron acercando a esa textura que les gustaba cada vez más, conseguida a través de un encofrado a base de tablillas de madera americana de alta densidad y a una ejecución exquisita y minuciosa para trasladar los detalles de cada veta de la madera al hormigón, quedando estampada en él para siempre.

Casa brutalista

El voladizo genera un punto de fuga y, al fondo, admiramos un lentisco que han respetado porque siempre estuvo ahí. “Lo mantuvimos porque para nosotros era muy importante lo preexistente. Incluso el manto de tierra lo apartamos y lo guardamos para utilizar luego en el paisajismo como tierra de plantado, para honrar el lugar”, justifica Moragues.

Una vez dentro, llama la atención el mural del salón: es de mármol Kenia, como guiño a Mies van der Rohe, de quien Moragues es fan declarado. “Más que de Corbusier”, confiesa. “Dios está en los detalles”, decía Mies. Y esta frase del arquitecto alemán le sirve a Moragues para explicar la importancia de los detalles durante la obra. Algunos no se ven, como la cubierta: “Eso lo ve Dios desde el cielo”. 

Casa Brutalista

En Casa Helena han tenido en cuenta criterios como la ventilación cruzada, la inercia térmica y han realizado un estudio de máscaras de sombra. El despacho tiene vistas al jardín, donde Jean-Claude quería recrear la superficie del antiguo río que llega a la Granadella. Esta casa tiene muchas particularidades. Otra de ellas es que los muros y el forjado se hormigonaron todos a la vez para evitar la junta de hormigonado. “Fue un poco locura pero lo conseguimos”. A última hora Jean Claude les desafió y les pidió subir a la cubierta, así que tuvieron que aligerarla. 

OODA Oeiras House Photo by Fernando Guerra 0250

Noticia relacionada

Esta casa de OODA en Portugal es pura poesía brutalista de hormigón

Casa brutalista

En Casa Helena hay zona de día y zona de noche. Sé cómo cambia una casa a lo largo del día, sobre todo por la luz que entra por las ventanas, pero me pregunto cómo cambia una casa según las estaciones, porque nuestra relación con ella también muta. Sobre todo en este rincón del Mediterráneo alicantino, donde gran parte del año la vida se paladea a la fresca.