El nuevo sistema obligará a pagar tasas aduaneras desde el primer euro de valor del paquete, como ocurre ya con el IVA. La reforma entrará en vigor como muy tarde en 2028, aunque Bruselas ha anunciado que su intención es buscar una «solución viable» para adelantar su aplicación al año que viene.

En paralelo, los Gobiernos y la Eurocámara siguen negociando para aplicar también a partir de 2026 una ‘tasa de manipulación’ de 2 euros a los pequeños paquetes de bajo valor.

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El Ejecutivo comunitario espera recaudar con esta medida alrededor de 3.000 millones de euros, que se destinarán a cubrir parte de los costes crecientes de supervisar que estos paquetes cumplen la legislación comunitaria.

«Esta reforma pretende hacer frente al enorme volumen de bienes low cost importados de países terceros, en particular desde Asia y desde China», ha explicado la ministra de Economía de Dinamarca y actual presidenta del Ecofin, Stephanie Lose.

«Acabar con esta exención pondrá fin a un antiguo resquicio legal que se ha explotado sistemáticamente para evitar el pago de tasas aduaneras, por ejemplo, mediante la infravaloración de las mercancías o la fragmentación de los envíos para mantenerse por debajo del umbral anterior», ha señalado.

«Este cambio también creará unas condiciones de competencia más justas y equilibradas entre las empresas europeas, que pagan aranceles por todas sus importaciones, y las compañías de fuera de la UE que hasta ahora vendían productos de bajo valor directamente a los consumidores europeos sin abonar derechos de aduana», sostiene la presidenta del Ecofin.

El año pasado, alrededor de 4.600 millones de envíos de escaso valor entraron en el mercado de la UE, lo que equivale a 12 millones de paquetes diarios.

En 2024, el 91% de todos los envíos de comercio electrónico valorados hasta 150 euros que entraron en la UE procedieron de China, y su volumen se ha duplicado entre 2023 y 2024.

«Este aumento coincide con el crecimiento extremadamente rápido de ciertas plataformas online. Temu y Shein, en particular, han crecido exponencialmente en el mercado de la UE, escalando a más de 75 millones de usuarios en el espacio de unos pocos meses en 2024. Impulsada por una publicidad omnipresente, precios bajos y entrega ultrarrápida, la venta de productos low cost a través de estas plataformas ha generado a su vez una fuerte demanda», señala la Comisión.

Bruselas alerta de que el rápido aumento de las importaciones enviadas directamente a los consumidores «plantea desafíos importantes que requieren atención urgente», en particular porque muchos de estos productos no cumplen las normas de la UE.

Por ejemplo, la mitad de los falsificados interceptados en las fronteras de la UE habían sido comprados a través de internet.

«El creciente volumen de productos que son inseguros, falsificados o que no cumplen las normas plantea graves riesgos para la salud y seguridad de los consumidores, tiene un impacto insostenible en el medioambiente y alimenta una competencia desleal con las empresas cumplidoras, con un impacto significativo en la competitividad de la UE en diferentes sectores», concluye el Ejecutivo comunitario.